Jesús Perona Díaz afronta su primera Semana Santa como presidente de la Junta de Cofradías de Tomelloso. Sin embargo, la pandemia del coronavirus que azota a todo el mundo, y especialmente a España, ha provocado la suspensión de todos los actos programados y esta semana, tan importante en la vida de un cristiano, tocará pasarla en casa. “No será lo mismo, pero la Semana Santa se puede vivir intensamente, aunque no podamos sacar a la calle nuestras procesiones”, asegura el joven responsable de las Cofradías que atiende con amabilidad y cercanía nuestra llamada.
El presidente de la Junta de Cofradías asegura sentir “mucha impotencia con lo que está ocurriendo, pero debemos hacer caso a las autoridades sanitarias y quedarnos en casa, porque lo primero de todo es la salud. Luego llegará la pelea por nuestros trabajos y empresas, pero ahora hay que proteger nuestra salud. Lo que nos está pasando nos ha desconcertado a todos; lo veíamos lejano, incluso llegamos a tomarlo a broma al principio, pero al final la cruda realidad se ha impuesto y estamos como estamos, en una situación muy delicada”.
Dice que su familia está bien, con la excepción del abuelo de su mujer que falleció hace pocos días. “Al dolor por la pérdida de un ser querido, se suma el no poder despedirlo y no saber en las condiciones en que ha muerto. Es algo terrible, muy duro, que por desgracia, han sentido en sus carnes muchas familias”.
Esta entrevista la realizamos en Lunes Santo, jornada que marca el inicio de una Semana Santa lo más atípica que pudiéramos imaginar. Pero Jesús Perona anima a vivirla, aunque no se pueda salir a la calle. “No poder ver o salir en una procesión no significa que no podamos vivir la celebración con intensidad. Ante todo, tiene que ser un momento de oración y de mucha reflexión. Cada persona la vivirá desde uno mismo, cambiando hábitos e intentando siempre mejorar como persona. Y el mucho tiempo del que disponemos en estas circunstancias excepcionales nos puede acercar a la Semana Santa de muchas maneras y ámbitos. Te pongo un ejemplo: acabó de disfrutar de una hora de marchas de Semana Santa que me ha preparado mi buen amigo de Radio Surco, Miguel García. Están también los libros, las películas religiosas que se van a emitir estos días y como te decía, mucha reflexión y oración”.
También considera que las actuales circunstancias son ideales “para poder comunicarse con familiares o amigos con los que llevamos mucho tiempo sin hablar”. Pocos meses después de acceder a este cargo, Jesús Perona es un torrente de ilusión y proyectos. “La verdad es que son muchas las cosas que pretendemos llevar a cabo en un año de cambios, porque también tenemos nuevo consiliario tras la marcha de Don Matías. Ahora tenemos a Don José Ángel y él nos irá marcando lo que podemos ir haciendo. Afortunadamente, esta pandemia que nadie esperaba, se acabará y podremos seguir desarrollando nuestro trabajo en los próximos años”, explica.
Perona no olvida la Hermandad a la que pertenece y donde también forma parte de su junta directiva: la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad. “Aquí también estamos esbozando proyectos muy interesantes. Este año íbamos a preparar un triduo y un besamanos”.
El presidente de la Junta de Cofradías anima a los vecinos a que coloquen en sus fachadas balconeras con imágenes y un crespón negro “para que recordemos a los tomelloseros que acaban de fallecer en esta pandemia. La gente que no pueda colocar balconeras puede sacar una palma o simplemente colocar un crespón negro en algún lugar visible de la fachada. Ha sido una idea de nuestro consiliario que esperamos que tenga una buena acogida”.
Jesús Perona no tiene demasiado claro si el hombre extraerá alguna lección de todo lo que está ocurriendo. “El hombre tropieza dos veces con la misma piedra y no tengo muy claro que esta crisis del coronavirus pueda provocar cambios en su manera de pensar y actuar. Es evidente que lo ocurrido no se nos olvidará en mucho tiempo, porque está siendo muy duro y cuanto más tiempo dure, más difícil será de olvidarlo. Pero creo que a la larga la gente seguirá viviendo su vida de la misma manera que antes de llegar la pandemia. Ojalá me equivoque y esto sirva para que la gente haga un ejercicio de reflexión y se pueda vivir pensando más en los demás”.