El locutorio instalado por el Ayuntamiento de Granátula de Calatrava en la residencia privada Nuestra Señora de Oreto ha permitido esta semana los primeros reencuentros de residentes y familiares. No se veían desde hace dos meses, cuando se prohibieron las visitas por la pandemia, un calvario más que duro para los internos. Muchos dieron positivo por coronavirus el 7 de abril (algunos asintomáticos), y han sumado un doble confinamiento al general: un mes más enclaustrados en sus habitaciones a la espera de las pruebas de confirmación, que ya se han hecho.
Quienes están libres del virus ya pueden deambular por las zonas comunes, al menos desplazarse hasta la habitación del locutorio y comunicar por teléfono con la persona que espera al otro lado de la ventana.
El reencuentro de Angelita y Antonio
Angelita, interna en la residencia, y su marido Antonio han sido de los primeros en comunicar. Lo hicieron el domingo, cuando entró en uso el locutorio bajo las condiciones que fija la residencia, gestionada por la empresa Clece. La mecánica es pedir cita (hay que desinfectar el locutorio después de cada comunicación), y no más de dos o tres personas al día, comenta el alcalde Félix Herrera.
“Antonio iba todos los días a pasar horas con su mujer en la residencia antes de que pasara esto. Les he visto las caras de satisfacción, están muy contentos, aunque hablan por teléfono no es lo mismo”, explica el alcalde que no para de recibir llamadas desde que la idea de la caseta ha sido noticia provincial, regional y nacional.
CCMedia y TVE han grabado los primeros encuentros
Esta semana el locutorio de la residencia de Granátula ha salido en la primera edición del telediario de TVE, el programa ‘España Directo’ y las noticias del domingo de la televisión regional Castilla-La Mancha Media (CCMedia). “No paran de llamarme para exportar la idea de otros sitios de la provincia y hasta de Toledo”, asegura Herrera.
Quejas por el aislamiento en las habitaciones
La residencia de Granátula, con 16 residentes y capacidad para 21, fue noticia por las quejas de algunos familiares sobre la situación de aislamiento en las habitaciones sin que llegaran los test de confirmación del Covid-19. La dirección ya los ha hecho.
La pandemia se ha cobrado vidas en este geriátrico que todavía tendrá que esperar para permitir de nuevo el acceso a las familias. El locutorio es un primer paso de la ‘desescalada’, “está bien hablar pero verse es mucho mejor”, remarca Herrera.
En cuanto cese la alerta sanitaria por coronavirus el Ayuntamiento retirará la caseta, “no ha sido una inversión grande en coste. En cuanto acabe esto se desarma”.