El director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Ignacio García, lo tenía claro desde que fue nombrado como máximo responsable del certamen y de su fundación, y así lo ha proyectado en la 41 edición del ciclo. El teatro y la literatura del Siglo de Oro conforman un “patrimonio cultural único” que comparten 500 millones de hispanohablantes a ambos lados del Atlántico, y Almagro es su “reserva natural”. Esta ha sido la seña de identidad que García ha decidido marque el programa del festival encajero, con decenas de convocatorias, y la impronta que ha previsto cale en la primera edición de la nueva era, con una mirada integradora, feminista y abierta a Latinoamérica. En esta entrevista, el director no se quiere dejar a nadie fuera, desde administraciones, a patrocinadores y entidades privadas, a los que agradece su contribución a engrasar el engranaje de un certamen “en el que se compaginan lo clásico y contemporáneo, internacional y local, y gozoso y solemne”.
PREGUNTA.- Tras meses de intenso trabajo, ¿se han cumplido las expectativas en la apertura del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro?
RESPUESTA.- Hemos inaugurado con tres acciones muy placenteras, como es la exposición de la maquinaria de la ingeniería del Barroco en el Museo Nacional del Teatro; el premio Corral de Comedias a Carlos Hipólito, una gran símbolo del teatro español, de grandes cualidades, que defiende como nadie la identidad de la palabra y el pensamiento; y el estreno de El burlador de Sevilla por la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), que este año tendrá mucha presencia en Almagro. La presente edición será variada y diversa, y tendrá una treintena de estrenos, dos terceras partes absolutos, y contará con dos espacios más, el Palacio de los Oviedo, y el Silo, que será sede del Almagro Off. Recupera además la presencia de la música y la danza, que estaban muy presentes en el teatro barroco.
P.- ¿Cree que va a conseguir transmitir con el festival la idea de que el conocimiento del teatro del Siglo de Oro es un conjunto patrimonial que es preciso divulgar?
R.- Hemos tenido una visión amplia de las vertientes patrimoniales que tienen que ver con el Siglo de Oro y el festival así lo refleja, está abierto a géneros como la comedia, el auto sacramental, la mística, la picaresca, la danza, la música,… Geográficamente también está abierto porque hay una realidad panhispánica, heredera del territorio de los Virreinatos, que estará presente, desde la imagen del cartel de Botero, hasta los textos que se escribieron en la Nueva Granada, hoy Colombia, en el siglo XVII. Estará el director mejicano Mauricio García Lozano con la obra ‘Divino Pastor Góngora’, y creaciones de Ecuador, Brasil, o Cuba. Somos herederos de Calderón y de Sor Juana Inés de la Cruz, y tenemos un patrimonio cultural que compartimos 500 millones de hispanohablantes. Desde el punto de vista artístico el festival de Almagro tiene la obligación de expandir este legado en toda su dimensión.
P.- También hay mucha presencia de mujeres
R.- Hay una mirada femenina porque el peso de las escritoras es un elemento atípicamente positivo en el Siglo de Oro, donde hicieron grandes aportaciones a las artes escénicas. No fue una época de sotana y cruz, reaccionaria y de contrarreforma, sino de diversidad en la escritura. Por ello tendrán su voz en el certamen poetas, dramaturgas y novelistas como Sor Juana Inés de la Cruz, Jualiana Morell, Ana Caro, María de Zayas y Santa Teresa de Jesús que recogieron las desigualdades de la época. También habrá un homenaje a la actriz conocida como La Baltasara, con un texto de Inma Chacón. Todas ellas componen un bagaje que no tienen en Reino Unido, cuna del liberalismo intelectual, y donde se arrogan como herederos del teatro isabelino. Igualmente, habrá quince mujeres dirigiendo espectáculos, como Ana Zamora, Amparo Pascual, Chani Martín, Eva del Palacio, Pepa Gamboa o Ainhoa Amestoy, que aportan una visión más actual. En nuestra declaración de intenciones está la seguridad de que una visión femenina enriquece mucho, y el Siglo de Oro es más rico y más versátil si incluimos a todas estas creadoras.
P.- ¿Cómo cree que va a responder el público ante la gran apuesta que ha hecho por el teatro latinoamericano?
P.- La sensación es buena en general, y la venta anticipada, en particular. Esta iniciativa tiene la virtud de ver teatro internacional sin el hándicap de la lengua y el público lo está valorando. Y hay una oferta muy variada y con presencia de muchos países hermanos como México o Cuba para que entiendan que Almagro además de ser puerto de salida, como pudo ser el conquistador Diego de Almagro hace seis siglos, es también un puerto de entrada. Por ello, creo que entre todos tenemos que apostar por un Siglo de Oro variopinto, representativo de una sociedad mestiza y diversa, y nada mejor que Almagro para que se refleje todo ese patrimonio.
P.- ¿Entonces la venta de entradas va bien?
R.- Sí, muy bien. Teniendo en cuenta que es el año posterior al del 40 aniversario, en el que tuvieron medios excepcionales, mientras que este año el presupuesto es más humilde (un millón y medio de euros). Pero estamos contentos porque la acogida “ha sido muy positiva”.
P.- ¿En qué va a repercutir el convenio de colaboración con el Instituto Cervantes?
R.- Fue un acuerdo global que nos ha permitido las presentaciones del Festival de Teatro de Almagro en Londres y Berlín, así como hemos lanzado la propuesta a profesionales de otros países del mundo para que monten obras del Siglo de Oro y que posteriormente las podamos traer. De la misma manera queremos apoyar a las compañías aprovechando los instrumentos y la asistencia de los colaboradores que tenemos como por ejemplo la Universidad regional o la CNTC.
P.- Otro valor del festival es el impulso a la integración sociocultural de las personas con discapacidad a través del teatro. ¿Por qué le interesa esta dimensión?
R.- Siendo una fundación pública tenemos la obligación de hacer la cultura accesible para el público con movilidad reducida, con deficiencias auditivas o de visión. Por eso hemos adaptado los contenidos a lenguajes de otras capacidades y sensibilidades, para que llegue a toda la sociedad y tenga carácter inclusivo. Almagro tiene que ser un festival vanguardista e ir por delante de los tiempos, y la accesibilidad es una exigencia que tenemos como fundación pública.
P.- El Almagro Off tendrá una vertiente más internacional este año, ¿cuál es la finalidad?
R.- Tendrá la sede en un espacio más grande, el Silo Municipal, y ha tenido una gran acogida en Bogotá, Lisboa, Berlín o Londres. De hecho va a venir un periodista de BBC. Es responsabilidad de la fundación divulgar y comunicar lo que es el Festival de Almagro, porque estamos muy orgullosos de lo que contamos. Es increíble que una ciudad pequeña, de 10.000 habitantes se transforme en el centro mundial del teatro del Siglo de Oro durante un mes. Y hay mucha gente a favor, como la población, las administraciones, la CNTC o el Museo Nacional del Teatro, que se implica y rema a favor de que siga siendo una realidad única. Y gracias a una colaboración con el Festival de Teatro Español en Londres, FesTeLon, el ganador del Almagro Off podrá actuar en este certamen londinense.
P.- Hace años se habló de crear vínculos entre de Almagro con Stratford y Avignon, ¿usted tiene previsto alguna colaboración en este sentido?
R.- Este año estaremos presentes en el Festival Internacional Cervantino (FIC), popularmente conocido como ‘El Cervantino’, de Guanajuato (México), y en Londres hay una opción a futuro.
P.- Usted es un gran defensor del Barroco Infantil ¿Qué novedades hay en esta programación?
R.- Hay una selección de hermosas obras para el público familiar, dos de ellas vienen desde Ecuador y México, y mantenemos la participación de los niños en el jurado, que también han puesto voz al saluda de las obras, en octosílabos. Es importante seguir trabajando con los más pequeños porque son la cantera del futuro del festival y hay que seguir haciendo un esfuerzo para darles los mejores espectáculos
P.- Hablando de saludas, también han cambiado las voces de los avisos antes de cada representación
R.- Sí, serán las voces de José Sacristán e Irene Escolar para poner sus voces cada jornada durante los avisos de sala. Será en versos octosílabos creados por Álvaro Tato, de Ron La Lá, con música de la Capella de Ministrers. Pepe e Irene representan la tradición y la novedad, simbolizan la herencia y el futuro, y para nosotros es un orgullo. Se da la circunstancia de que el año pasado la voz era de Carlos Hipólito y el premiado fue José Sacristán, y este año es al revés
P.- ¿Cómo ha acogido el nuevo ministro de Cultura el Festival de Teatro de Almagro?
R.- Muy bien, tiene clara la importancia patrimonial del Festival y el público que lo sigue, y desde el principio ha sido muy cordial.
P.- ¿Qué le ha supuesto en lo personal y como profesional dirigir el festival de Almagro?
R.- Ha sido un trabajo muy intenso, pero es el trabajo más hermoso del mundo. Es un gran regalo y he tenido muchos cómplices, desde las administraciones como el Ayuntamiento de Almagro, la Diputación provincial de Ciudad Real, la Junta de Comunidades y el Ministerio de Cultura, a las grandes compañías y otras entidades, que defienden lo más importante, que es dar a todo el mundo su lugar y hacer un festival más grande. Entre todos estamos descubriendo nuevas miradas y en base al lema de este año, ‘Soñemos alma, soñemos otra vez’, hay que soñar en grande. Hemos comprobado que en sitios como Londres y Berlín la gente no conoce la dimensión de Almagro y se quedan sorprendidos. Por eso es importante, como decía Paracelso, darlo a conocer para que lo puedan amar.