A. R.
Ciudad Real
El mérito de la vacuna de la viruela es de los ingleses, pero los españoles supieron sacarle “todo el jugo” aplicándola de manera masiva para atajar una enfermedad que era “terrible” en el siglo XIX, destacó Moro, que indicó que, pese a ser una página gloriosa de la historia de España, son unos hechos “tristemente olvidados” que consideró que debía rescatar y difundir porque “una sociedad que olvida a sus héroes está condenada a la disgregación”.
Los doctores Balmis y Salvany, “dos grandes médicos de la época”, emprendieron esta expedición con la que “dieron la vuelta al mundo” avanzando con niños, a quienes cuidaba Zendal y que necesitaban para “llevar el suero vacunífero en vivo”.
“Es algo único en la historia, una caravana de niños que se dio la vuelta al mundo para salvarlo, y lo más curioso de todo es que lo consiguieron porque implantaron las vacunaciones masivas”, apreció Moro, para quien esta expedición filantrópica de la vacuna, realizada en “circunstancias penosísimas”, debería enseñarse por sus valores en los colegios a los niños en España, algo que, por ejemplo, se hace en México, mientras que “aquí ha caído completamente en el olvido”.
El mundo está actualmente libre de viruela y la primera batalla grande que se libró para ello la hicieron los miembros de esta expedición iniciada en 1803 y a la que se sumó Zendal, una gallega procedente de un entorno muy pobre que era madre soltera. “La vida era insufrible para las madres solteras en España y se metió en la expedición para huir y tener casi una segunda vida, una segunda identidad en América. Por eso, ella nunca volvió, se quedó a vivir en Puebla, México, donde la Escuela de Enfermería lleva su nombre, indicó Moro, que reinvidicó que a los protagonistas de esta expedición se les dé “un lugar en nuestra historia acorde a la altura de lo que hicieron”.