El realizador ciudarrealeño Alvar Vielsa muestra en el sótano del antiguo Casino la vídeo-instalación ‘Mi vida en la bodega’ que propone presenciar, a través varias pantallas de vídeo, la historia de una bodega de un siglo de antigüedad, la de Víctor y Marín en Fernán Caballero, describiendo los quehaceres cotidianos en torno a la elaboración de caldos, y apreciar cómo ha evolucionado ese trabajo comparándola con una moderna bodega actual, la de Casalobos en Picón.
La familia de Margarita Morales Castañeda, que acudió junto a familiares a la puesta de largo de la vídeo-instalación, abrió las puertas de las instalaciones y recuerdos a Vielsa para realizar este proyecto que es “un homenaje a la vida en torno al vino”, con interesantes anécdotas relacionadas con su elaboración artesanal y el día a día en la bodega y que también es un valioso documento histórico ya que la bodega de Víctor y Marín, todo un referente en la zona, ya no existe y su demolición fue filmada en el transcurso de la elaboración de este trabajo.
Con música original de José Manuel Guerrero y voz en off de Ana López Pascual, la vídeo instalación consta de cuatro pantallas y en cada una de ellas se narra, con una duración de entre tres y cuatro minutos, uno de los episodios hasta llegar al siglo XXI, mostrando la evolución a nivel personal, profesional y tecnológico de una bodega donde, en la actualidad, el enólogo es “la figura fundamental”.
Hasta el 29 de noviembre se puede presenciar en el sótano del antiguo Casino esta vídeo-instalación que Vielsa espera exhibir en ferias y congresos y localidades estrechamente ligadas al mundo del vino en una provincia con una enraizada cultura vitivinícola.
La concejal de Igualdad, Ana Belén Chacón, animó a presenciar este trabajo documental y artístico de Vielsa que, a nivel personal, la llevó a recordar su infancia en Valdepeñas con el olor del fermento del vino, el sabor de las tostadas con vino y azúcar y la sensación de tocar los racimos de las parras. La edil recomendó no perderse esta vídeo-instalación que conecta con las raíces culturales de la ciudad y la provincia, registra la evolución de este sector productivo y pone hincapié en el factor humano de las personas que trabajan en las bodegas.