En medio de una sala llena de amigos y rebosante de recuerdos y emociones, Antonio Notario Ruiz recibió los atributos como Consejero de Número del IEM. Efectuando su entrada acompañado por sus padrinos Vicente Notario Ruiz (uno de sus hermanos), y de Benjamín Fernández Ruiz (primo hermano y encargado de patentizar su Loatio), ambos ya veteranos Consejeros de Número de la institución. El acto ha contado con la presencia del director provincial de Educación, Cultura y Deportes, Francisco Navarro.
Muchos consejeros del IEM, y numeroso público de Ciudad Real relacionado con la docencia y con la música, los dos campos en los que Antonio Notario ha desarrollado su campo en la capital, y posteriormente en Madrid, Mahón y Salamanca. Doctor en Filosofía y Decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Salamanca, ha mostrado una enorme satisfacción por la ceremonia de ingreso en el IEM: “Como manchego me enorgullece, y sin duda ampliará mi bagaje sobre nuestra tierra manchega, al tiempo que yo me muestro dispuesto a contribuir en lo que humildemente pueda, para junto con el IEM, y desde mi campo de trabajo que es la filosofía y la música, tratar de profundizar y engrandecer a nuestra tierra y a nuestras gentes”.
Bajo el título “Intrahistoria(s) femenina(s) en la música manchega”, el discurso de Notario se ha centrado en “intentar hacer justicia a los cientos de mujeres que se han entregado a la música, y más concretamente a la música manchega, y sin embargo no han quedado reflejadas en las grandes historias”. Antonio Notario ha querido por eso recoger el concepto de Unamuno de Intrahistoria, “un concepto hermoso, y también un guiño posmoderno en lo singular y lo plural, donde podamos escribir un compendio de esas pequeñas intrahistorias, de las que muchas mujeres han sido las protagonistas, y que merecen ser sumadas y tenidas en cuenta para llegar a encontrarnos con la gran Intrahistoria”.
Notario confiesa que la elección de sus padrinos (ambos con lazos familiares como hemos visto), ha justificado un encuentro necesario “ya que nuestra dedicación e intensidad al trabajo nos mantiene muy alejados, y era casi la única oportunidad para vernos (Vicente en Estados Unidos, Benjamín en Madrid y yo en Salamanca, de donde acabo de llegar). Pero no sólo ha significado una oportunidad para vernos, sino también de rendir un homenaje conjunto a nuestra querida Ciudad Real”.
UN PASADO LIGADO A LA MÚSICA
Nacido aquí en 1962, desde su adolescencia comienza a tocar el piano y a colaborar en grupos musicales de Ciudad Real como “Carampango”, formando parte del grupo de músicos ciudadrealeños que protagonizaron la recepción de las músicas afroamericanas desde finales de los años setenta (blues, funk, jazz). Ya en los noventa consigue plaza de Profesor de Música y Artes Escénicas, trabajando en diferentes conservatorios. Actualmente es Profesor de Estética y Teoría de las Artes, y Decano en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Salamanca.
Ha ofrecido conciertos de Música de Cámara, y últimamente ha participado en los conciertos y homenajes al desaparecido cantautor Javier Segovia, colaborando como arreglista y pianista en la grabación del disco Todavía (2010). Ha publicado libros y artículos, preparando en la actualidad una edición de textos filosóficos recogidos en el fondo histórico de la Biblioteca Pública de Ciudad Real. Es Académico de Número de la Real Academia de Doctores de España (Sección de Arquitectura y Bellas Artes).
“Lo que más he hecho en Ciudad Real ha sido musical: música clásica, jazz, cantautores… Y recuerdo muy especialmente mi contribución al homenaje a Javier Segovia, al que seguimos llorando los que le conocimos, y que dio como fruto una serie de conciertos, y después la grabación del disco Todavía”.
Y como la música tiene que estar siempre a su lado, Antonio Notario ha querido demostrarlo con unas pinceladas al piano especialmente instalado, interpretación que fue ampliamente aplaudida por consejeros, hermanos, y por la larga nómina de amigos y compañeros del hoy homenajeado. Tras la clausura, los asistentes pudimos degustar un vino español en el patio del antiguo Gran Casino, servido por el conocido restaurante España de la capital.