Aunque el coronavirus está ‘robándole’ gran parte del protagonismo a la mujer en su mes, Artem no se echó atrás en la inauguración este jueves de la muestra colectiva ‘Imprescindibles’, con obra pictórica de diez mujeres.
Varias de ellas acudieron a la puesta de largo de una muestra que ha logrado reunir a creadoras con una producción muy diferente tanto en temática como en estilo. Cristina Urquiza, que asistió a la apertura de una muestra que podrá presenciarse hasta el 12 de abril en Artem, exhibe dos obras figurativas, ambas muy frescas, una que es fruto de su trabajo del retrato y la combinación de técnicas como alumna de las clases de Pintura del Villaseñor, y otra, en la que retrata a su amiga ‘Clara comiendo sandía’, sonriente, en la playa, y que destaca por la espontaneidad y naturalidad.
También estuvo presente María Leda que expone una de las dos obras de gran formato de la muestra. Se titula ‘Retrofuturo’ y es un “cara a cara” de ella y su madre, mirando “de verdad el por qué, para qué y de dónde”. Esta obra, comentó, pertenece a su primera etapa de pintora en la que buscaba con la pintura en cierto modo sanarse y transformarse. Para ello, revisó la historia de su familia, centrándose más en su madre, abuela y bisabuela, para “entender de dónde venía” y un poco mejor su “camino y vida”.
Para María Leda, es “importante y bonito” impulsar una muestra de mujeres pintoras que, en muchas ocasiones, suman porcentajes bastante más inferiores que los de los hombres en las exposiciones colectivas. Cuando le propuso Sofía Díaz, responsable de Artem, participar en la muestra, decidió aportar este cuadro, ‘Retrofuturo’, porque para ella expresa la importancia de la sororidad, de la ayuda entre mujeres, sean de generaciones diferentes o sus caminos vayan por diferentes sitios.
Así mismo, en la muestra, se pueden presenciar óleos en los que Antonia Valero demuestra su dominio de la luz y el color, unos blancos caballos que transmiten energía y libertad de Nelia Pinchuk, la fuerza de la pintura de Rosa María Guisado en una tormenta y un paisaje, dos preciosos atardeceres en la playa y Peralbillo de Paloma Prieto y la delicadeza y elegancia de las acuarelas de Maribel Villaescusa, así como la producción colorista y optimista de Mercedes Zapata; una escena urbana de Madrid de Adela Francés, acuarelista que con manchas plantea la atmósfera para luego definir detalles que sitúan al espectador; y tres obras de Mar García Muñoz, dos de flores y una de mariposas, siendo una de ellas fruto de un trabajo muy detallado y las otras dos más de una propuesta más suelta y ligera.
Con fresas y champán, se inauguró la muestra y Adela Francés indicó que “las mujeres son un valor imprescindible en nuestra sociedad. Reconocer su talento, su trabajo y peculiaridades nos coloca en el lugar que por justicia nos corresponde. ‘Imprescindibles’ quiero que sea una reivindicación para la igualdad y materializarla a través de nuestra pintura”.