La escritora ciudarrealeña Belén Pastor Romero presentó este domingo en la Feria del Libro la segunda edición con escenas nuevas e ilustradas de ‘El mundo de las cuatro lunas’, primer volumen de la saga de aventuras y fantasía ‘La Rosa Blanca’.
Pastor, que indicó que se tratará de una tetralogía cuyo segundo libro ya tiene escrito, se encuentra a la mitad del tercero y tiene elaborados algunos capítulos del cuarto, explicó que la primera entrega narra la historia de Rosa Blanco, una joven de 18 años a quien “un accidente” la lleva a Erhum, un planeta paralelo a la Tierra que sufre la maldición de una noche eterna.
En este planeta maldito, hay dos tipos de magia: La hechicería, que es una magia “más profunda, oscura, salvaje y con la que se nace”, y otra que “se acerca más a lo sagrado y la concede un portador de magia”, el cual, a consecuencia de un accidente en el enfrenamiento entre hechiceros y magos, se rompe, cayendo la maldición de la oscuridad sin final. Al no haber luz, los recursos escasean, unos y otros se echan la culpa y estalla la gran guerra de la que sale un bando ganador, mientras que el otro se refugia bajo la tierra.
Esta situación, con los efectos de una contienda mal resuelta, es la que se encuentra Rosa, que precisamente posee “la única clave que puede acabar con la maldición y cambiar las tornas de la guerra”. Pero esa clave es, así mismo, “la única pista que tiene para volver a casa”, de manera que se encuentra ante la dicotomía de “si se queda ayudar a los que lo necesitan o vuelve a su casa”.
Las aventuras de ‘Las mundo de la cuatro lunas’ mantienen la frescura con las que las escribió originariamente, a las que, unos años después, dio más tintes de madurez la autora, que destacó que este proyecto toma “una estructura de abanico, se va abriendo y abriendo, se van conociendo mejor a los personajes y las consecuencias de lo que sucede se van enlazando”.
Con un ritmo y acción que atrapan y enganchan, de manera que cuando acabas con un capítulo tienes ganas de continuar con el siguiente, la novela tiene toques místicos y naturalistas, se habla del uso adecuado de los recursos y la importancia de la lealtad y el sacrificio, indica la escritora, que resalta que en esta obra “no hay ni buenos ni malos, sino que cada uno toma una serie de decisiones a lo largo de su vida que pueden ser más o menos acertadas y te llevan a uno u otro lado”.
El símbolo y lo que representa el portador de magia es una gran rosa blanca. De ahí el título de la saga de una autora que le gusta este género literario porque “te abre muchas puertas” y se puede hablar “absolutamente de todo”. Basándonos en nuestra realidad, con la fantasía “cualquier cosa puede ocurrir” y “se pueden hacer maravillas, es como dibujar”, afirma.