Belén Rodríguez
Ciudad Real
La patria del inmortal Don Quijote de La Mancha tendrá su cuota de protagonismo en la gran exposición ‘Cervantes soldado y poeta’, que el Gobierno regional está preparando para el próximo otoño en Toledo. Cuatro piezas de cerámica procedentes del Museo de Ciudad Real, un real de a cuatro de plata acuñado en tiempos de los Reyes Católicos y dos cuadros viajarán hasta allí en las próximas semanas para formar parte de una muestra conmemorativa del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes que se abrirá en noviembre en dos sedes: el Museo del Ejército y el Museo de Santa Cruz.
La aportación de Ciudad Real es pequeña pero sustancial para visualizar la vida cotidiana en tiempos del genio de la literatura española: el ajuar de la cocina y la mesa, en este caso representados por piezas de cerámica de lo siglos XV, XVI y XVII, procedentes de una vivienda particular de Ciudad Real (una jarra, una cazuela y una escudilla), halladas en 1988 en un inmueble de las calle María Cristina esquina Cruz; y un real de plata y otra escudilla de reflejo dorado del siglo XV, estas últimas del castillo convento de Calatrava la Nueva.
“Todos son objetos muy prácticos y duraderos”, comenta Esther Arias técnico de museos en el Museo de Ciudad Real que acaba de recibir la petición y prepara con mimo la salida de las piezas, a las que también acompañarán dos cuadros de los fondos del Convento de la Merced ‘Retrato de un fraile’ y ‘La ronda de pan y huevo’.
De todas ellas sólo dos forman parte de la exposición permanente del museo (las de Calatrava la Nueva), por lo que la salida es una oportunidad para contemplar estos objetos cuya característica principal es que “han perdurado en el tiempo”, añade Arias, aunque obviamente no con la misteriosa belleza que les da ser coetáneos del escritor.
“La cazuela que llevamos es de cerámica vidriada, un acabado que impermeabiliza el objeto y lo convierte en más práctico y duradero. Esta técnica la introdujeron los musulmanes en la península y todavía hoy perdura. Se utilizaba para preparar los alimentos en la cocina”.
Y luego están las piezas del servicio de mesa, en este caso compuestas por dos escudillas, una de ellas también de cerámica vidriada en tono melado-verdoso, para alimentos líquidos tipo sopa (siglos XVI-XII) y la otra, la datada en el siglo XV, una pieza de cerámica torneada con decoración de reflejo dorado, “realizada con una serie de elementos que imitan ese dorado de los metales: las vajillas se hacían en metal y luego se decoraban. Esta que nos han pedido tiene una iconografía con motivos vegetales y en el centro una especie de escudo, su factura es muy delicada”.
Por último está la jarra sin vidriar torneada, que parece del atrezo de la película ‘Alatriste’, sólo que real.
Un país de solados y literatos
‘Cervantes soldado y poeta’ es una de las exposiciones más ambiciosas organizadas durante este año en España. Comisariada por Germán Dueñas, director del Museo del Ejército de Toledo, y organizada por la Junta, se ha diseñado como una aproximación a las facetas más conocidas de Cervantes, la de soldado del gran imperio español del siglo XVI y literato.
Con más de 400 piezas servirá para analizar un aspecto tan importante de la biografía de Miguel de Cervantes como es su trayectoria militar, además de resaltar una obra literaria que se muestra muy influenciada por su etapa italiana, para hacer una reflexión “sobre la tradición de soldados y literatos en la cultura española”, explican fuentes de la Junta.