Un público mayoritariamente juvenil, que desde que se abrieron las puertas de estadio esperaba impaciente para disfrutar de los hits de los colombianos. Pasadas las once de la noche, Morat saltaba al escenario y, desde entonces, el público joven (y no tanto) no paró de cantar lo hits de la banda, convertidos en verdaderos himnos.
La banda fue encadenando canciones durante cerca de dos horas, en un magnifico directo y con la participación activa del público. Temas como “Mi nuevo vicio”, “Aprender a quererte”, “Cuando nadie ve”, fueron coreados, aplaudidos y disfrutados por el público del Paco Gálvez. Con “Besos de guerra”, la canción que grabaron con Juanes, todo el mundo se unió al baile. Siguieron temas como “Punto y aparte”, “Ladrona” o “Cuanto me duele”.
Desde nuestra posición de comentarista pudimos escuchar la alegría de los grupos de jovencitas de la primera fila: “Me parece mentira estar aquí viendo a Morat”, confesó una de ellas.
Fue una noche muy especial para muchos de los asistentes, para algunos de ellos, el de Morat era su primer concierto. Acaba la cuarta edición del Tomellosound, tres días de los que se pude hacer un positivo balance.