Sevilla, 7 nov (EFE).- Manuel Gómez Pereira, aclamado director de comedias como «Boca a boca» o «El amor perjudica seriamente la salud», da el salto al suspense de la novela más negra en su último largometraje, «La ignorancia de la sangre», que hoy abre, fuera de concurso, el XI Festival de Cine Europeo de Sevilla.
«Devorador» de novela negra, el director madrileño ha reconocido hoy en una rueda de prensa celebrada en el hotel Hesperia, epicentro del encuentro cinematográfico de este año, que tenía muchas ganas de trabajar «el género, pero transmitiendo una emoción», un reto, ha explicado, que «exige una concentración y un trabajo máximos».
Por ello, se rodeó de actores como Juan Diego Botto, Paz Vega o Cuca Escribano, que acompañaron al director en la presentación de la cinta, capaces de «ponerse las pilas desde el principio».
Para Vega, que retorna al cine español como protagonista con esta Consuelo, una viuda «femme fatal» con la complicación de que tiene un hijo «y hay que encontrar el equilibrio, explica la sevillana, «rodar en Sevilla ha sido un redescubrimiento de la ciudad a través de la lente de Manolo; me ha parecido una ciudad maravillosa», ha dicho emocionada la artista.
Basada en el best seller del mismo título del «visionario» Richard Wilson, como ha explicado Gómez Pereira, ya que aborda, en 2006, los mecanismos de funcionamiento y la implantación en España de la mafia rusa y del terrorismo islámico, «La ignorancia de la sangre» es un thriller que ha satisfecho al estadounidense, también presente en la sala, quien ha valorado el esfuerzo del equipo.
«(Botto) me pareció un poco joven y demasiado guapo para encarnar al inspector Falcón», ha comentado Wilson entre las protestas del argentino, aunque no obstante aseguró que tenía «bien cogido el espíritu» del personaje: «se lo ha leído y ha aprendido todo», ha dicho Wilson.
Para Botto, los libros del americano han sido «una fuente inagotable de información», el bien más preciado que busca un actor.
«Todos estos detectives de novela negra son un tanto 'outsiders' -explica Botto-; lo que hace peculiar a este es que está en contacto con su emotividad, reconoce su debilidad, y toda la trama tiene que ver con ese afecto».
La película está aderezada, como cabe esperar de una cinta con un importante presupuesto (y como «le gusta» a Gómez Pereira), con escenarios muy diversos, de Sevilla a Madrid, o Marruecos, y un peculiar tratamiento del idioma:
Explica Gómez Pereira que no le gusta falsear las lenguas maternas de los protagonistas, por lo que parte de la cinta ha sido rodada en árabe y ruso, y así está en la cinta, sin traducir. «Me parece más natural, hay que ser fiel al personaje», ha dicho el director de «Salsa rosa».
Con este motivo, el actor Alberto San Juan, que interpreta a un espía del CNI, ha debido memorizar parte de sus diálogos en árabe.
«No es una novela fácil, es diabólica en el sentido positivo, sofisticada y atractiva, pero compleja», resume Gómez Pereira, que considera a «La ignorancia de la sangre» heredera de la literatura de autores como Dashiel Hammet, Boris Vian o Raymond Chandler.
Acompañaron al equipo los máximos responsables de las productoras españolas Maestranza, Antonio Pérez, y Tornasol, Gerardo Herrero y Mariela Besuiesvky, que suman entre ambas cerca de 200 títulos.
La película se proyectará esta noche por primera vez ante el público, un momento que Wilson espera «espectante y confiado» y que dará paso a un apabullante calendario de proyecciones, diecisiete de ellas (y sólo una española, «El camí mes llarg per tornar a casa», de Sergi Pérez) a competición en la sección oficial.
El resto, más de un centenar, han sido seleccionadas con «un espíritu combativo que atraviesa toda la programación, en clamorosa reacción a lo que acontece en el mundo», explica el director del certamen y programador José Luis Cienfuegos, decidido a convencer al público de que «se deje sorprender».
