El compositor ciudarrealeño residente en Berlín, Palomo Lorenzo, uno de los músicos españoles contemporáneos con más proyección internacional, visitó la tarde de este lunes la Facultad de Educación de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el Campus de Ciudad Real donde mantuvo un encuentro con los estudiantes durante el que habló de su trayectoria vital y artística.
A lo largo del coloquio, organizado por la propia Facultad y el Centro de Investigación y Documentación Musical (CIDoM) -Unidad Asociada al Consejo Superior de Investigaciones Científicas– y conducido por uno de sus codirectores, el profesor de la UCLM, Juan José Pastor, Lorenzo Palomo reconoció que la música “es un don” a través de la que “se consiguen desarrollar pensamientos escondidos y los hace vivos”. Y fue más allá al asegurar que “la emoción que te da la música no se alcanza con ningún otro arte, por eso ser músico es un privilegio”.
Ante un salón de actos lleno de futuros maestros, el hombre con “madera de maestro”, como así fue presentado por el profesor Juan José Pastor, aconsejó los jóvenes que quieren conducir su vida por el camino de la música que “lo primero que tienen que descubrir es si tienen talento para la música”, porque ésta, dijo, “por rutina puede convertirse en una tortura”. “Una vez que sepan que tienen talento deben desarrollarlo al máximo”, sentenció.
Durante el encuentro los alumnos pudieron disfrutar de la audición de grandes piezas compuestas por el autor manchego que dierono pie a comentarios abiertos entre ambas partes. Poco antes de comenzar, Lorenzo Palomo se mostró agradecido y orgulloso de estar en la Universidad de Castilla-La Mancha, así como a colaborar con ella en lo que esté en su mano en todo lo relacionado con el arte musical.
Lorenzo Palomo estudió piano y armonía en el Conservatorio de Córdoba. Con veinte años ingresó en el Conservatorio Superior de Música de Barcelona, donde continuó sus estudios de piano y composición, y posteriormente en Nueva York, becado por la Fundación Juan March, se formó en dirección de orquesta. Sus composiciones han sido interpretadas por muchas de las orquestas más importantes del mundo y han sonado en prestigiosas salas de conciertos. En 2010 fue distinguido por el Rey Juan Carlos I con la Encomienda de Número de la Orden de Isabel la Católica por la labor de llevar con su música el nombre de España por el mundo.