A la primera sesión del festival, consolidado a nivel nacional como plataforma de referencia de nuevos realizadores, asistieron responsables de tres producciones que compiten en la sesión de Cortometrajes de Castilla-La Mancha. Desde Santa Cruz de Mudela, donde se rodó, llegó ‘Mal de ojo’, de Rubén Laguna, un thriller de terror sobre los inexplicables síntomas que sufre un prestamista de un pequeño pueblo que trata de descubrir con la ayuda de una sanadora lo que le está ocurriendo, mientras que de Alcázar de San Juan se desplazó Mario Cervantes, productor de ‘La piscina vacía’, corto dirigido por Pablo Conde, que lleva ya cerca de una decena de premios en festivales y que, en tono de humor y toques costumbrista, plantea la escena de una comida familiar a la que llega la hija con su novio y donde surgen conversaciones más o menos difíciles sobre lo que verdaderamente importa.
También acudió Antonio García, director y guionista de ‘Dime qué animas’, producido por la Asociación Teatreros y grabado en la localidad conquense de Motilla del Palancar, un corto que busca hacer reflexionar al espectador “sobre las cosas que animamos, sobre la importancia que se le da a deportes como el fútbol en comparación con otros apartados en la vida, lo que repercute en la relevancia social que tiene”. 220 personas participaron en la grabación de este trabajo, que se rueda en un campo de fútbol aunque se plantea como combate de boxeo, con dos giros argumentales que intentan sorprender al espectador, noquearle, para que “espabile y reflexione”.
Al cóctel inaugural asistieron el alcalde, Francisco Cañizares, así como el concejal de Cultura, Pedro Lozano, quien animó a los ciudarrealeños a no perderse la oportunidad de acercarse al cine emergente, al tiempo que felicitó a la organización por ser un ejemplo de tenacidad y empeño a lo largo de una década y media en la que el festival ha ido creciendo.
Ayudas a la producción y a los festivales
También les felicitó la viceconsejera de Cultura, Carmen Olmedo, que resaltó que se trata de “un festival consolidado que lleva ya muchos años poniendo en valor el cine que se hace en Castilla-La Mancha, Europa y Latinoamérica y que viene a mostrar todo aquello que desde las administraciones apoyamos”.
En este sentido, avanzó que el Gobierno regional publicará en torno al próximo 12 de octubre la resolución de las ayudas a cortometrajes hechos en Castilla-La Mancha, ayudas que se recuperaron en 2019 y para las que en esta ocasión se han presentado veinte producciones, de las que han pasado a concurso dieciséis, estando ahora mismo en proceso de valoración.
“Desde el año 2019 hasta ahora, sin contar esta edición que estamos valorando, hemos producido desde el Gobierno regional un total de 36 cortometrajes, lo que unido a las ayudas a largometrajes, producción y desarrollo hemos apoyado 112 producciones audiovisuales hechas en Castilla-La Mancha por productores y directores de la región”, subrayó Olmedo.
Además de este respaldo al producto que se hace aquí, la Junta respalda a los festivales donde esos autores noveles de cortometrajes que comienzan su carrera cinematográfica a través del corto puedan mostrar lo mejor de su arte, agregó Olmedo, que resaltó que, “en total, desde el Gobierno regional hemos invertido en diferentes festivales de cine y teatro cerca de un millón de euros promocionando festivales como Fecicam, donde además uno de los premios que se van a dar en la clausura, el de Mejor Cortometraje Nacional, va a ser financiado por el Gobierno regional”.
