Inapelable el éxito del Baile del Vemú en una carpa repleta por cuyas puertas se salían los asistentes tratando de no perder sombra ante el férreo Lorenzo de agosto. Apenas dos ó tres alfileres cabían a primera hora de esta tarde en una verbena diurna que goza de aficionados de todas las edades dispuestos a tomar las primeras cañas y bailar desde coplas y pasodobles hasta el top ten de las canciones más pinchadas por las emisoras tanto ahora como hace décadas.
El Grupo Pipo, como en la jornada inaugural, fue el encargado de amenizar este jueves con un festivo repertorio de bailables y tarareables temas un masivo encuentro moteado de sombreros, gafas y abanicos de colores y donde se valora tanto alcanzar la barra como pasar enfrente de las grandes máquinas de aire acondicionado.
A la triunfal popularidad del vermú, le han surgido alternativas, que no competidores porque muchos van y vienen de unos espacios de ocio a otros, en las calles peatonales que se convierten en paseos festivaleros de Hernán Pérez del Pulgar y Avenida del Rey Santo. Los primeros conciertos de la temporada llegaron con el directo de la conver band The Wedding Party, que amenizó las primerísimas horas de la tarde con versiones desde estimulantes grabaciones de los años ochenta hasta temas bastantes más recientes de grupos como The Black Keys y The Killers. Edu Maldonado a la guitarra eléctrica, María Gómez a la voz, Juanjo al bajo y Yayo a la batería tocaron, en una plataforma situada justo donde se encontraba la fachada de los añorados Cines Castillo, un repertorio que desde Whitney Houston a Los Ronaldos ambientó los Mahouñaneos en la Avenida del Rey Santo ante un respetable tanto de pie como sentado, con cerveza y tapa tanto en mesa como en mano en un boulevar musical con aires de festival.
Por su parte, la joven y prometedora formación ciudarrealeña Flat Waves se estrenó en el también nuevo escenario de Mahouñaneos en Hernán Pérez del Pulgar, donde presentó por partida doble los temas de indie pop-rock de su álbum de debut , ‘Línea Uno’.