“Cruzas estos paisajes tan bucólicos de La Mancha y te encuentras con este aeropuerto aquí. ¡Pam! Es un impacto muy grande. Parece un espejismo”, asegura el actor barcelonés Àlex Brendemühl, que considera que estas infraestructuras, con “una arquitectura tan bonita”, dan mucho juego para rodar.
Por un lado, es una lástima que no haya actividad, pero, por otro, es toda una suerte, “un lujo, un privilegio” ya que es un “plató natural”, destaca uno de los protagonistas, junto a Jean Reno y Alexandra María Lara, de la serie ‘Las cosas que no nos dijimos’, cuyo rodaje se trasladó este sábado a Ciudad Real para transformar su aeropuerto en el de Berlín.
La señalética en el interior, los anuncios publicitarios y reclamos de restauración, pasaron del castellano al alemán para rodar secuencias que suceden en 2005, así como años atrás, en esta serie de diez capítulos que previsiblemente se estrenará el año que viene.
Un centenar de ciudarrealeños y cerca de cincuenta llegados desde Madrid actúan como figurantes en estas secuencias de la serie dirigida por el realizador hispano-francés Miguel Courtois, que considera que es “perfecto” este aeropuerto, que además está nuevo, “para lo que queríamos. Está muy bien porque tenemos todas las ventajas, no tenemos que gestionar idas y vueltas de verdaderos pasajeros” y no hay que estar pendiente de “fondos con gente con mascarillas. Es ideal, es como un plató”.
El rodaje de esta serie, asegura, no ha sido fácil. “Debido al Covid, hemos tenido que localizar durante meses con mascarillas, con todo cerrado como los restaurantes y los hoteles. Hemos ido a Biarritz, París, Berlín, Madrid, Brujas, Lille,… Hay muchos decorados y viajes, ha sido muy complicado, pero ahora, la verdad, es que estamos contentos porque todo lo llevado a cabo”, pese a las dificultades, “le da bastante nivel a la serie”.
Su amigo, el escritor francés Marc Levy, le propuso adaptar al cine su novela ‘Toutes ces choses qu’on ne s’est pas dites (Todas las cosas que no nos dijimos)’, le pareció que contenía “un tema muy interesante”, escribió el guión, Levy se encargó de los diálogos y “lanzamos esta producción a nivel internacional, que se ha vendido casi en el mundo entero”.
En francés como idioma principal se rueda, pero también en alemán, español y “un poquito” en inglés, detalla Courtois, que resalta que es, “fundamentalmente, la historia de un padre y una hija. El padre de la protagonista se muere un día y reaparece como una especie de androide y le dice que tiene siete días para aclarar todo lo que en su vida no ha podido decir a su hija”.
Se trata, resalta, de “una historia bastante universal porque en cualquier cultura siempre puedes echar de menos que no te haya dado tiempo a decirle a la gente que quieres que la quieres. Es uno de los temas principales de la serie” que está quedando “muy bonita y va a gustar mucho”. El trabajo con un elenco internacional también contribuye. “La serie se nutre de paisajes, ciudades e idiomas diferentes y eso le va a dar un toque muy singular”, señala Courtois, realizador de películas como ‘El lobo’, protagonizada por Eduardo Noriega.
En el aire
Cuando le llegó el guión a Àlex Brendemühl, le “encantó”. Le pareció una historia “con muchas dimensiones, muy bonita entre un padre y una hija que es la trama principal y cómo intentan arreglar las cosas que no se han dicho durante la vida, cómo se busca esta segunda oportunidad para poder separarse tranquilamente, y cómo las personas tenemos esta necesidad de recuperar esos amores de juventud, esas historias que no se han vivido, que han quedado interrumpidas, colgadas ahí en el aire”.
“Es una historia muy humana, romántica y tierna”, en la que el actor catalán interpreta a un “personaje muy luminoso, vital, con un punto heroico” que le “apetecía” ya que es “un poco diferente” a otros papeles que ha interpretado en los últimos años, puesto que los actores “lo que buscamos es reinventarnos y sorprendernos, y ésta es una oportunidad para hacer algo diferente”.
El rodaje es “bastante loco”, porque con un equipo de diferentes nacionalidades se ha rodado en distintos países, “ahora estamos aquí, la semana que viene en Berlín, luego volvemos a París,…” Es una producción grande con mucha complicación, muchos elementos a tener en cuenta, medidas de seguridad por el Covid, una especie de “gymkhana, una prueba de obstáculos”, “una especie de road movie que va circulando como un viaje por Europa”, pero, “bueno, las cosas cuando cuestan tanto dan más satisfacción poder acabarlas”.
