La cita era en el coqueto Salón de Baile del Antiguo Casino de Ciudad Real (Santiago Rebollar, 1887), con el grupo organizador ‘Mazantini’, que presentaba a otras dos agrupaciones folclóricas, de Salamanca y Jaén, en un salón lleno a rebosar. Además de numerosos invitados y otros miembros de la Corporación Municipal, naturalmente contó con la presencia institucional del Concejal de Cultura de Ciudad Real, José Luis Herrera. Y se abrió con la presentación del acto a cargo de Amparo Ruiz Ortega y Mª Salud Cantero Muñoz, vinculadas al grupo organizador.
Para empezar, vamos referirnos a la “seguidilla”, como manifestación popular y folclórica que ha gozado de gran importancia a lo largo de la historia. El Diccionario de la Real Academia lo define como “Un canto y baile popular español que se ejecuta al compás de las seguidillas, siendo métricamente una composición que puede constar de cuatro o de siete versos, heptasílabos y libres el primero y el tercero, y de cinco sílabas y asonantes los otros dos. Cuando consta de siete, el quinto y el séptimo tienen esta misma medida y forman también asonancia entre sí, y el sexto es, como el primero y el tercero, heptasílabo y libre”:
“Aunque soy de la Mancha
No mancho a naide
Más de cuatro quisieran
Tener mi sangre”.
También en el flamenco, las ‘seguiriyas’ y las ‘cabales’ se guían por la cuarteta de ‘seguidilla’, aunque añadiendo al tercer verso un ripio donde el heptasílabo se convierte en endecasílabo. Por su parte las ‘serranas’ y las ‘sevillanas’ se guían por el modelo tradicional. En suma, es grande su proyección e influencia en el mundo de la música y la danza, al que incluso han sabido acercarse personajes de la talla de Cervantes o Lope de Vega, aunque también Alberti, García Lorca, Antonio Machado o Gerardo Diego…
Música de cámara
Una vez familiarizados un poco con la teoría y ciencia de la seguidilla, conozcamos ahora el origen de la expresión “De Cámara” con la que se había acuñado la velada. En realidad, la expresión ‘de cámara’ se ha venido aplicando desde la Edad Media y el Renacimiento, para referirse a los pequeños conciertos musicales. Pequeños por la composición de la orquesta (tríos, tercetos, cuartetos, quintetos), o reducido grupo de instrumentos en contraposición a la música de orquesta. Pero pequeños también, por el lugar de las habitaciones reducidas llamadas cámaras, que pasaron a ocupar lugar notable frente a los grandes salones de la aristocracia.
La música pasó entonces a pequeñas estancias e incluso casas particulares, lo que permitió el acceso de la burguesía a la práctica instrumental y a los conocimientos musicales. El experimento tenía además una ventaja añadida: una agrupación de cámara era mucho más rentable que toda una orquesta.
En la orquesta de cámara cada músico toca una parte diferente, no hay director visible, y los músicos deben estar situados de manera que puedan mirarse entre sí, logrando una mejor coordinación. La palabra ‘cámara’ implica que la música puede ser ejecutada en una habitación, con una atmósfera de intimidad, cuerda y viento, con una composición de entre dos a veinte instrumentos, y casi limitando los instrumentos de metal a la trompa, a causa de la atmósfera intimista que le es propia.
‘Mazantini’ y ‘Surco’
Precisamente los bailes ‘de Cámara’ de ayer (en el contexto del ‘39 Festival de la Seguidilla’) se produjeron en el reducido espacio del escenario, delante de los miembros de las rondallas, y a lo largo del pasillo central, a cuyos lados se había colocado el numeroso público. Tras las palabras introductorias sobre cada uno de los tres grupos participantes, comenzó la rondalla ‘Mazantini’ con alguna de las piezas de su repertorio, a la que siguió el grupo de baile con las ‘Seguidillas de Membrilla’ y ‘Jota de San Carlos del Valle’ (aquella de “tú me lo dirás paloma, tú me lo dirás perdiz…”).
Tras ‘Mazantini’ llegó el turno al grupo salmantino ‘Surco’. Formado en 1990 por Cefe Torres y bajo su dirección, logró aglutinar a un gran número de amigos. En la actualidad está compuesto por Vanesa, Laura Sierra, Mayka, María Isabel, Lourdes, Agustina, Nieves, Laura Viti, Rebeca, Eva, Sergio, Josito, David, Berna Pérez, Alejandro, Erika, Javier y, naturalmente, el propio Cefe.
El trabajo del grupo ‘Surco’, se basa en el “conocimiento de su cultura popular propia, favoreciendo una evolución sin lagunas ni rupturas”. Ha actuado en toda España, Francia y Portugal, representando a Salamanca y a Castilla y León. Formado por veteranos en los cantes y bailes de su tierra, y otros más jóvenes, “intenta combinar en sus espectáculos el componente folclórico con el teatral”.
Entre otros, interpretó cantos y bailes de ‘panaderos’, ‘de boda’ y ‘de la botella’ (cuyo único error y derribo de la botella fue protagonizado por un joven que, precisamente ayer, estaba aquejado de fiebre), terminando con unas ‘Seguidillas de Ávila’ y ‘Fandango de la Sierra de Francia’. Todos ellos acompañados por música de flauta y tamboril, que, como el grupo entero fue muy aplaudido.
‘Lola Torres’ y ‘Mazantini’
El grupo ‘Lola Torres’ se creó en 1943, y desde entonces viene trabajando en la recuperación de las danzas y músicas tradicionales de la provincia de Jaén. Ha realizado actuaciones en toda España y ha obtenido el ‘Primer premio del Festival de Agrigento’ (Italia) y el ‘Hacha de Bronce y Premio de la Prensa en el Festival de Zakopane’ (Polonia).
En su propia ciudad han sido reconocidos por las instituciones municipales con la ‘Medalla de Plata’ y la ‘Aceituna de Oro’. Sus danzas proceden en su mayoría de las sierras del sur de la provincia, y de las de Cazorla y Segura. Su danza más representativa es el ‘bolero’, que se baila tanto en la capital como en numerosos pueblos.
Otras de sus danzas más vistosas son los fandangos serranos de Cazorla, las seguidillas, malagueñas… Organizan el Festival Internacional ‘Folk del Mundo’, así como otra serie de festivales nacionales, regionales y provinciales. El interesante grupo de baile estuvo acompañado por un notable grupo de músicos de cuerda y percusión.
Tras la actuación de ‘Lola Torres’, y como broche de oro final de la velada, la ‘Asociación de Coros y Danzas Mazantini’ interpretó algunas de las piezas más características de su repertorio, en claro y merecido homenaje a la Seguidilla manchega: las ‘Seguidillas de Madridejos’, ‘de Porzuna’, y la apoteósica ‘Jota de Ciudad Real’. Incontables aplausos, y la entrega de distinciones a los grupos participantes con foto de familia, cerraron el emotivo encuentro en el Antiguo Casino de Ciudad Real.