Suena una campana. Los actores alzan sus copas para brindar con el público. Es la hora del vino, de la charla, del placer. Comienza el simposio.
Es el arranque de El Banquete, una obra codirigida por Helena Pimenta, directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), y Catherine Marnas, del Téâtre National de Bordeaux en Aquitaine (TNBA), que presentará en el Festival de Almagro la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Será desde este viernes en el Patio de Fúcares en un montaje en el colaboran ambas agrupaciones teatrales, con dramaturgia de Álvaro Tato, a partir de Le banquet fabulateur.
Pimenta ha explicado en la presentación del montaje este miércoles en el Corral de Comedias que es uno de los tres títulos montados en ‘3 jóvenes y clásicos 3’, junto a Los empeños de una casa, de Sor Juana Inés de la Cruz, y La dama boba, de Lope de Vega, que también recalarán en la ciudad encajera.
El espectáculo es informal y “atrevido”, con un juego escénico, “con los espectadores muy cerca de los actores”, que homenajea “al humanismo” frente “al cinismo”. Es el resultado, según Pimenta, del intercambio de saberes y dinámicas entre las compañías francesa y española, que les ha llevado a explorar distintas soluciones y escenas, en un aprendizaje “lleno de humildad”, y con un colofón integrador “en el que cada uno acepta la opinión de otra gente”.
Ha destacado la importancia de que el público comparta mantel y bebidas (vino, zumos y agua) con los intérpretes, que llevan el debate a través de escenas soliloquios y canciones.
Por su parte, Tato ha señalado que la obra pone punto y final al cuarto ciclo de la Joven Compañía y su eje es la “imaginación”, en un “juego experimental y de aventura”.
De esta manera, el autor ha emulado en su dramaturgia los contenidos de los simposios griegos (se celebraban en las sobremesas y significa ‘beber en común’), en los que los intelectuales intercambiaban lecciones filosóficas mientras tomaban vino de forma placentera.
Así, frente al concepto del amor sobre el que escribía Platón recordando a Sócrates, Tato apela a la fantasía para que las ideas cobren vida.
También une en escena a personajes clásicos con monólogos del teatro universal, como “la Celestina reivindicando su vida, don Quijote defendiendo a su ficticia Dulcinea, Hamlet atravesado por la duda de la existencia, Segismundo entre la amargura del desamor filial y la sospecha sobre la realidad, o la dama boba intentando ‘desabrazar’ a su enamorado”.
Para Tato, el conjunto pone de manifiesto la vida humana que los hombres desde hace siglos viven dese el corazón desde la convicción de que “somos una especie fabuladora”.
“Mirada femenina”
El director del certamen, Ignacio García, ha reivindicado la “mirada femenina” que tuvo el Siglo de Oro, con espectáculos de escritoras de hace casi cuatro siglos y con la programación este año de hasta quince montajes dirigidos por otras tantas mujeres.
“Helena Pimenta fue pionera en la dirección”, ha subrayado, un legado que “es ejemplo” para otras intérpretes y directoras.
Este sabor está impregnado trasversalmente en el festival, desde la imagen de la Infanta Margarita, de Fernando Botero, en los carteles del certamen, hasta la presencia de obras que fueron escritas en castellano y otros dialectos como el quechua. “Es importante que América y sus autoras formen parte de Almagro”.
De El Banquete ha destacado el reparto, que componen Lola Baldrich, Pablo Béjar, Jimmy Castro, Gonzalo de Castro, Aleix Melé, y Manuela Velasco.