Tras dos décadas dirigiendo cortometrajes, el ciudarrealeño Daniel Chamorro se adentró hace tres años en el mundo de la interpretación con papeles en series de primer nivel como ‘El día de mañana’, ‘Criminal: España’ y ‘El Ministerio del Tiempo’. Pequeños personajes que le han abierto la posibilidad de disfrutar de su primer papel en una película: ‘Akelarre’, del argentino Pablo Agüero, que competirá en Sección Oficial del Festival de San Sebastián y llegará a los cines el 2 de octubre.
Chamorro guarda un gran recuerdo de un rodaje bonito donde se aunó experiencia y juventud con grandes actores como Amaia Aberasturi, Àlex Brendemühl, Daniel Fanego o Iñigo de la Iglesia, entre otros muchos compañeros, con los que disfrutó y aprendió, haciéndole olvidar el frío de rodar en las montañas del País Vasco y Francia.
‘Akelarre’ se desarrolla en 1609 en el País Vasco. Los hombres de la región se han ido a la mar. Ana participa en una fiesta en el bosque con otras chicas de la aldea. El juez Rostegui, encomendado por el Rey para purificar la región, las arresta y acusa de brujería. Decide hacer lo necesario para que confiesen lo que saben sobre el akelarre, ceremonia mágica durante la cual supuestamente el Diablo inicia a sus servidoras y se aparea con ellas.
Daniel interpreta a un inquisidor cirujano. “Un personaje fuerte con el que he disfrutado, así como con el vestuario de época que hemos podido llevar”.
Aunque hasta hace poco toda su labor en el mundo del cine se había centrado en la dirección de cortometrajes, con alguna inclusión para interpretar algún pequeño papel en alguno de sus cortos, Chamorro reconoce que su principal ilusión siempre ha sido actuar y para eso se llevaba formando desde que tenía 14 años. “Poco a poco me han ido saliendo oportunidades y cuando el agua del río fluye hay que subirse, y si se resiste, pues probar otra cosa”, relata el ciudadrealeño, que afirma disfrutar con la creatividad que permite la interpretación.
Se considera afortunado de poder hacer lo que le gusta interpretar, de conocer y aprender de nuevos compañeros y poder participar en producciones de nivel. En este sentido celebra que le van surgiendo oportunidades para seguir avanzando en su carrera y que todo esto ha sido fruto de la constancia. “Con constancia eres imparable, aunque las cosas vayan saliendo poco a poco, y hay que disfrutar de lo que la vida te regale”.
El ciudadrealeño espera que la pandemia del covid-19 y sus consecuencias no impidan que ‘Akelarre’ tenga una buena vida, primero en los cines y luego en las plataformas, “porque entre otras cosas, es una historia feminista muy potente, muy necesaria y, aunque se desarrolle en el siglo XVII, muy actual”.
Por último, a modo personal y sin considerarse experto, defiende una mayor flexibilidad de las restricciones que se han impuesto a los cines. “El público está sentado, manteniendo distancias y con mascarillas en una sala con techos altos, y eso no lo vemos, por ejemplo, en las cafeterías”.