Miguel Jiménez de los Galanes y de la Flor, conocido literariamente como Miguel Galanes, poeta, crítico literario y profesor de Lengua y Literatura, con-fiesa que la redacción de esta novela le ha llevado doce años de su vida, “poniendo todo el empeño y la confianza en ella”. En todo ese tiempo, re-conoce haber desarrollado un compromiso moral y ético para su prepara-ción, escuchando a muchos vecinos de la zona y recopilando muy variada información, la cual después ha expresado a su manera, “mezclando reali-dad y ficción, verdades y mentiras y así analizar la realidad misma, sin juzgar-la, bajo mi consciencia y voluntad moral”.
Pero sin duda, una de las cosas que más llama la atención es la atemporali-dad de unos temas que bien podrían haber salido de las páginas de cual-quier diario actual: la violencia de género, tratada de la manera más violen-ta, la defensa de la naturaleza que es el tema principal del libro, y uno a los que más recurre Galanes en sus obras, fiel amante de la naturaleza man-chega; y por último, la lucha de clases y el enfrentamiento en la convivencia. “Tres temas que traté con mucha prevención y que son totalmente actuales”, señala el autor.
Otra virtud que han destacado cuantos conocen la obra es la riqueza lingüística y de vocabulario que presenta. Las palabras, giros y expresiones vin-culadas al campo pero también a la vida rural en general, lo que podríamos considerar ‘mancheguismos’, la mayor parte de ellos en auténtico peligro de extinción y que Galanes recrea aquí con gran conocimiento directo y con evidente soltura.
¿Y qué le inspira a este poeta veterano a la hora de crear? “cualquier reac-ción que me motive, tengo muchas fórmulas y una vez que he encontrado el mensaje que quiero le doy juego con la imaginación y la realidad, em-pleando muchos elementos y creando un mundo imaginario en torno a una verdad”; y en ello el hecho de proceder del mundo poético le ayuda; un mundo en el que comenzó publicando en el año 1979, y que después ha dado como resultado una quincena de poemarios y muchos ensayos, “pero a la novela no me había lanzado hasta ahora, y a un novelista que sale del mundo de la poesía se le nota”.
Para los poetas, nos cuenta Galanes, “es muy difícil hacer una novela y es verdad, y los verdaderos narradores dicen que son incapaces de hacer un poema, creo que si me tuviera que definir me quedaría con el mundo poéti-co, simplemente porque forma más parte de mi naturaleza como escritor”.