Esta ganadería, de Pablo Romero, se encuentra en la localidad sevillana de Aznalcázar. La actividad incluyó el transporte en tres autobuses de Almodóvar del Campo, alojamiento en el hotel Ilusión Alcora de la ciudad hispalense y alicientes que disfrutaron los aficionados participantes.
Carmelo García, presidente del Club Taurino ‘Almodóvar’, calificó esta experiencia inédita de hacer noche en un mismo desplazamiento de “éxito rotundo, tanto por el número de participantes como por el programa que hemos ofrecido”.
Y aunque la lluvia “nos ha acompañado más de lo que hubiéramos deseado, creo que ha sido un gran viaje”, en una fórmula combinada que permitió a conocer la ganadería de Pablo Romero y la belleza de las Marismas en el encanto del Rocío.
“Hemos querido ofrecer una experiencia completa, que combine la pasión por el toro con el turismo cultural y las vivencias más fervorosas a la ‘Blanca Paloma’ y creo que lo hemos conseguido de manera sobrada”, apostilló.
El viaje, en el que también participaron a título personal integrantes de la Corporación municipal como el alcalde, José Lozano, partió el sábado de Almodóvar del Campo a las 5.30 horas de la madrugada y, por motivo de la meteorología, se decidió invertir los planes y recalar primero en la aldea del Rocío y visitar la famosa ermita y a su titular.
Allí se realizó una ofrenda floral y se compartió comida posterior, realizando por la tarde desde las marismas onubenses el viaje a Sevilla, donde los aficionados pudieron disfrutar de tiempo libre para visitar la ciudad hispalense.
Y el domingo, tras desayunar, se realizó la visita a la ganadería de Pablo Romero, donde tras una recepción de presentación en el patio de caballos, se ofreció a la expedición almodovareña un reconfortante caldo campero.
Asimismo, se asistió a una charla sobre la historia de la ganadería, que dio paso a un paseo en carros ganaderos entre los toros y las vacas, un corredero a caballo y, para rematar, un pincho de la tierra, regado con vino, cerveza y otras bebidas.
La sesión vespertina incluyó un almuerzo andaluz en los salones del museo de la ganadería y un espectáculo flamenco, partiendo a primera hora de la tarde en viaje de regreso hasta Almodóvar del Campo.
