El Congreso Internacional Emilia Pardo Bazán en su centenario. Literatura y vida en los siglos XIX, XX y XXI fue clausurado hoy tras cuatro intensos días en los que más de cien investigadores procedentes de universidades estadounidenses y europeas han realizado un completo recorrido por todas las facetas vitales e intelectuales de la protagonista, más allá de su imagen como escritora y cronista.
A lo largo de todos estos días, el Paraninfo de la Universidade da Coruña primero y después la Fundación Barrié, han acogido a estudiosos de Pardo Bazán que han desarrollado a través de mesas y conferencias plenarias el más completo análisis que se recuerda de todas las facetas en el que la poliédrica coruñesa destacó.
Unos estudios que seguirán abiertos ya que, como aseguró el responsable del cierre del Congreso, Germán Gullón: “tuvo la valentía de salir y buscar nuevos horizontes y quizás cuando las nuevas generaciones escuchen y lean sus palabras descubran una perspectiva diferente para que la cultura española sea útil a la sociedad”, y finalizó diciendo: “Pardo Bazán tuvo la valentía de escribir sobre lo que le interesaba sin sentirse constreñida por su condición de mujer, un mensaje intelectual que debe resonar en la mente de todos los jóvenes de hoy”.
Restauración literaria
La intervención del profesor de la University of Amsterdan recalcó: “La figura de Emilia Pardo Bazán ha permanecido ensombrecida por la misoginia y capas críticas, ha llegado la hora de realizar una restauración literaria de Emilia Pardo Bazán trayéndola a casa, A Coruña, para entender su trascendencia y aportación”, dijo Gullón que destacó que ella siempre equilibró la búsqueda de nuevos horizontes con el deseo de regresar a su tierra natal.
Una conferencia en la que se mencionó la disección realizada a lo largo de estos cuatro días de todas las áreas en las que Pardo Bazán influyó: “La aportación de doña Emilia a la cultura gallega y española fue única en su tiempo y permanece en parte confiscada por su condición de mujer, aunque ella nunca permitió ser rebajada”, dijo el profesor.
Centrándose en la herencia como cronista de su paso por Países Bajos señaló que “desde joven quiso conocer el mundo de frente configurándolo con elementos distintos. En el viaje al norte de Europa descubre y transmite en sus crónicas una sociedad nueva donde el catolicismo aceptaba el progreso científico. Sus crónicas aproximan y abren perspectivas sociales a su propio país”.
Antes de esta intervención, la última jornada dio la oportunidad de ver la gran influencia que la moda tuvo en la obra de Emilia Pardo Bazán e incluso como ella misma la usaba para mostrar sus inquietudes y deseos artísticos, sociales y personales.
La visión de Pardo Bazán a través de la moda
De este modo Lola Dopico, profesora de Bellas Artes en la Universidade de Vigo mostró la evolución desde de la vestimenta en Pardo Bazán desde los años 50 del siglo XIX cuando se llevaban cinco capas de enaguas, para pasar el vestido tapicero y evolucionar a una mayor libertad, una imagen que permite “conocer al personaje de la intelectual a través de su armario, ya que la moda es una forma de construirse”. “La vestimenta evoluciona, y las decisiones de transformación en la silueta responden a un tipo de mujer independiente que reclama su papel fuera de casa, así como sus derechos y espacio”. La experta finalizó diciendo: “en esa época la vestimenta se simplifica, se trata de una transición significativa en el caso de doña Emilia, que empezó su vida con las piernas atrapadas en una jaula y caminaron para buscar su libertad”.
Por su parte, Dolores Barral vinculó la moda con el arte, y la evolución del color en la vestimenta, todo ello reflejado en diversas pinturas de la época. La profesora de historia del arte de la USC destacó: “El legado de la pintura es una fuente de conocimiento para los historiadores del traje, ya que nos permite acceder a las evoluciones y tendencias. Así descubrimos que desde 1914 doña Emilia deja entrar el color en su ropa y propone una adaptación personal en su vestuario”.
Otra visión de la importancia de la moda en la obra de la autora la dio Fátima Díez Platas que destacó que: “Pardo Bazán tenía los ojos para mirar las cosas a través de la moda, siendo extremadamente sensible a los colores, texturas o cortes y así se puede ver en la proyección que hizo de todo esto en sus descripciones en La madre naturaleza. En esta obra realiza una larga descripción de la naturaleza a la que parece que mira a través del artificio de los materiales”, señaló la profesora de Historia del Arte de la USC, que añadió: “opera un ejercicio metafórico mirando la naturaleza a través de la vestimenta y los complementos”.
El arte español descrito por doña Emilia
Por su parte Ana Rodríguez Fischer centró su intervención en el desarrollo de la autora como excursionista y señaló que “es tal la variedad de experiencias anotadas en sus libros, crónicas y escritos que convierte lo que firma en un referente descriptivo del arte en España, ella va más allá de los conceptos arquitectónicos”. La profesora de la Universitat de Barcelona destacó: “A menudo le bastaba un único detalle para desatar emociones y descripciones” y añadió: “Su feminismo la llevaba a ser crítica y exigente con las propias mujeres como viajeras y excursionistas. Pero, no se queda ahí ya que da soluciones para las críticas que realiza”.
Como broche para este encuentro los participantes en el Congreso Internacional tuvieron la oportunidad de visitar las Torres de Meirás, recientemente recuperada para el uso público y que fue la casa familiar de la familia de Emilia Pardo Bazán. Un recorrido muy simbólico que sitúo a los mayores estudiosos de la intelectual en el punto de partida de su historia. Tal y como indicó José María Paz Gago: “con esto se cierra un encuentro único en el que no hemos venido ni a momificar, ni a santificar a doña Emilia. Hemos visto sus luces y sus sombras, pero también que esas luces han iluminado a las sombras. Hoy 100 años después, el espíritu de Pardo Bazán vuelve a Meirás”.