Se trata de una comedia más bien enrevesada, en la que se plantea un conflicto amoroso entre el matrimonio formado por Cristina, Elena Cubo, y Eduardo, Marcos Mayor y el amante de la señora, Diego, de quien hace Luis Toribio. Y las elucubraciones de Cristina por mantener más engañado a su amante que al marido. Y detrás de todo el lío está, como casi siempre el mayordomo, Eladio (Óscar Riofrío) en este caso.
Es a partir del encuentro del marido con el amante, en la vivienda del matrimonio, cuando la cosa empieza a enredarse, una situación que va a más cuando aparece en escena el Doctor Cumberri (Jesús Chicarro) quien sostiene que la infidelidad está provocada por la bacteria denominada “adulterococo”. Se trata de una enfermedad que Cumberri (un científico despistadísimo) puede curar en su clínica creada para tal fin. Allí ingresan todos para curarse y Eladio obtiene un puesto de confianza. Y la situación, más que desenredarse se lía aún más.
Fue, en definitiva una agradable velada teatral, divertida que, como decimos, mereció el aplauso del respetable.