Participaron la concejala de Cultura, Nazareth Rodrigo; la escritora e hija de Francisco García Pavón, Sonia García Soubriet; el profesor Santos Sanz Villanueva, del director de cine Antonio Giménez Rico; el poeta Dionisio Cañas y el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero.
El homenaje se celebró en el salón de actos de la sede central de Instituto Cervantes y contó con la presencia de todos los hijos del autor, Isabel, Javier y Luis, además de Sonia. Asistieron las concejalas del equipo de Gobierno Isi Serna y Alba Ramírez y representantes de la cultura y la literatura de Tomelloso y la capital.
La concejala de cultura, Nazareth Rodrigo, repasó los actos que se están llevando a cabo con motivo del centenario de Francisco García Pavón. El escritor, aseguró, es un enorme referente cultural y para Tomelloso, es “ese espejo en el que mirarnos”. Rodrigo detalló la biografía del escritor nacido el 24 de abril de 1919 en la calle de la Independencia. Por último, la concejala dio las gracias al Instituto Cervantes por la organización del importante acto, además de a los participantes y asistentes al mismo.
El mayor homenaje a un escritor es leerlo
Sonia García Soubriet, tras dar las gracias en nombre de la familia por los actos que se están celebrando con motivo del centenario del nacimiento de su padre, señaló que lo más importante ha sido que la obra del autor tomellosero haya llegado a los colegios, institutos y bibliotecas. “El mayor homenaje que se le puede hacer a un escritor es leerlo”, señaló Sonia García. La escritora adelantó que se va a llevar a cabo una exposición sobre su padre que se inaugurará en Tomelloso y tendrá carácter itinerante.
Para Pavón, Tomelloso y La Mancha son fundamentales, explicó la escritora, la literatura de Pavón se basa en la reminiscencia y de ahí salen sus cuentos y novelas. Aunque la ciudad no aparece de igual forma en la obra de García Pavón, Tomelloso le dio la posibilidad de crear una novela policiaca española, explicó. Pero Madrid también tiene un sitio preeminente en la vida y obra de Pavón. Es en la capital donde conocerá a la gente que lo va a acompañar a lo largo de su vida, jóvenes que vivían en una época negra en la que la cultura está por hacer. Sonia García Soubriet aseguró en su intervención que es fundamental el trabajo que han hecho las generaciones anteriores y, por ello, es labor de todos preservar el legado cultural y recordar a nuestros escritores.
El cuento es la medida literaria de García Pavón
Santos Sanz alabó las actividades y homenajes programados para recordar la figura de Francisco García Pavón, que además “tiene la suerte de tener una familia que lo recuerda”. El profesor valoró positivamente el trabajo del Ayuntamiento de Tomelloso en ese sentido, ya que no hay ninguna localidad que tenga un escritor tan volcado en ella. Sanz Villanueva aseguró que el autor homenajeado tuvo la mala suerte de ser tachado de costumbrista. Pero García Pavón usa el costumbrismo para sacarle el sentido a la vida desde la importancia de lo pequeño.
Destacó la importancia de García Pavón como cuentista, un género que hasta la década de 1980 no tuvo especial importancia en nuestro país. Salvo para García Pavón, dijo, que en 1959 publicó “Antología de cuentistas españoles contemporáneos”, obra que volvió a reeditar en varias ocasiones. Villanueva aseguró durante su exposición que la medida literaria de García Pavón era el cuento y que fue quien más hizo para normalizar ese género en España.
La serie Plinio se hizo sin medios pero con muchas ganas
Antonio Giménez Rico se calificó como el culpable de la adaptación de Plinio a la televisión. Esa circunstancia le permitió conocer a Paco Pavón. La realización de Plinio fue posible porque los directivos de la televisión “eran cultos”. Giménez Rico relató que, por primera vez, la producción se “externalizó”, corriendo a cargo de X Films, que dirigía José María González-Sinde. El cineasta contó que los guiones de la serie los hizo al alimón con José Luis Garci, como tenían dos meses para escribirlos, se recluyeron en el monasterio de Silos.
Plinio se hizo con un presupuesto mínimo, rodándose en 35 mm y a color, como el cine, y se contó con uno de los grandes operadores del mundo, José Luis Alcaide y el ayudante de dirección fue José Luis García Sánchez, otro famoso director con el tiempo. Giménez Rico explicó que el rodaje en Tomelloso duró nueve semanas “mañana tarde y noche”. Los textos de Pavón eran muy atractivos y se acertaron con mucho acierto, el director dijo estar muy satisfecho con Antonio Casal y Alfonso del Real en los papeles principales. “Hicimos una serie en la que creíamos, sin medios pero con muchas ganas”.
“La guerra de los dos mil años”, la obra más original de Pavón
Dionisio Cañas, confesó que se acercó a la figura de García Pavón cuando le encargaron continuar su historia de Tomelloso. Se enamoró del autor cuando conoció la trilogía de libros de relatos “Los liberales”, “Cuentos republicanos” y “Los nacionales” ya que “ahí estaba la historia de Tomelloso que yo tenía que escribir”. Tras esa introducción, Cañas habló de “la guerra de los dos mil años”, la novela más original del autor homenajeado. Una obra, explicaba el poeta, que está entre el surrealismo y la ciencia ficción en la que Pavón hace una crítica solapada a la España de entonces. La novela tiene fragmentos de erotismo, que se saltaron la férrea censura. Es un libro, defendía Cañas, en el que no aparece el García Pavón tan manchego del resto de su obra.
Cañas fue desgranando pasajes de “La guerra de los dos mil años”, poniendo ejemplo del García Pavón diferente y cercano a las vanguardias que va dejando en la obra imágenes surrealistas y sorprendentes. Para el poeta, hay capítulos de la novela que podían ser episodios de la serie “Black Mirror” o escenas de la película “Blade Runner”. “Sorprende que este libro tan importante no haya sido valorado, en el que García Pavón, al igual que Lorca con ‘Poeta en Nueva York’, rompe con toda su obra”. Para Dionisio Cañas hay un poeta oculto en la obra de Pavón. Para acabar, recitó tres poemas de García Pavón aparecidos en el libro “Antología del Alba” de 1943.
Un día memorable
Cerró el acto Luis García Montero que dio las gracias al Ayuntamiento de Tomelloso por llevar a García Pavón al Instituto Cervantes. “García Pavón es un escritor que se defiende solo”, dijo el poeta, solo hace falta poner su obra al alcance del público. El director del Instituto Cervantes recordó que llegó a Pavón a través de un ensayo sobre el teatro de García Lorca. García Montero calificó al autor homenajeado como “un cuentista maravilloso” cuyo mérito es contar la historia con miradas desde la vida que nos ayudan a comprender la realidad.
García Montero defendió el costumbrismo de Pavón, repasando pasajes de la obra del tomellosero. En ella aparece la ironía, la ternura y la conciencia de la pérdida (de una época que no va a volver). Luis García Montero dijo para acabar que “ha sido un honor celebrar el gran acierto de un día memorable” en el que se ha homenajeado a García Pavón.
