La novena edición de La Granja Festival consiguió unir calidad musical con buen ambiente en los jardines del hostal restaurante ‘Las Brujas’. Más de seis horas de música de las que disfrutaron más de 200 personas, algunas llegadas de otras latitudes del país como Madrid, Granada y Valencia, y entre las que, a primera hora, había numerosos niños y niñas, indicó María Martín-Consuegra, portavoz de La Casa con Ruedas, organizadora del evento.
“Es uno de los objetivos de La Granja -señaló- dar opciones a los amantes de la música de cualquier edad, así como la difusión turística y cultural de Daimiel”. “Gracias a la colaboración del Ayuntamiento, algunos de los asistentes pudieron conocer la Motilla del Azuer por la mañana”, continuó Martín-Consuegra, “y algunos de ellos visitaron después el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel”.
El festival, orientado al rock and roll, folk y country, comenzó con la actuación acústica de Chris Catling que, a las ocho de la tarde, desafiando al calor, dio el pistoletazo de salida a un evento que se prolongó hasta pasadas las dos de la mañana. Como viene siendo costumbre en los carteles del festival, sirvió para dar a conocer en la localidad propuestas musicales que no son habituales en la provincia como Los Estanques, que cerraron la serie de actuaciones con “una sobresaliente actuación en la que hicieron gala del increíble talento que reflejan sus discos, y que se multiplica en directo”.
El elegante pop sesentero de Salto, el soul y blues de New Orleans de Alv McMartin y el rock and roll de la banda de Ciudad Real Estrellados, completaron el cartel del escenario principal. La Granja Festival contó también con las actuaciones acústicas de Félix Lineker y Fran Mateos.
Desde La Casa con Ruedas se hizo un balance positivo de esta edición. Martín-Consuegra agradeció la colaboración tanto del Ayuntamiento de Daimiel como del resto de patrocinadores “que han hecho posible que La Granja Festival siga creciendo”.