Icónico personaje con el que han crecido desde los años ochenta muchas generaciones, es un personaje que conecta con un público muy diverso, al que va dirigido, aunque especialmente al familiar, el musical ‘Súper Mario. El Gran Tributo’ que, estrenado el martes en la localidad alicantina de Petrel, desembarcó este jueves, en su tercer ‘bolo’, en el Teatro Municipal Quijano.

Guiños a los años ochenta, en los que nació la saga de Mario Bros, tanto en la música como con una gran televisión retro cuya pantalla sirvió de puerta de acceso a la fantasía incluyó el espectáculo dirigido por Pedro Pomares e impulsado por la Compañía de Teatro Musical de España y PeKebaila Kids.

Guillermo Guzmán se metió en la piel del bigotudo fontanero de Brooklyn, que acompañado por su hermano Luigi, encarnado por Daniel Izquierdo, afrontó la empresa de tratar de salvar a la dulce princesa Peach, a quien dio vida Olvido Cano, de las garras del tan maléfico como cómico dúo integrado por Bowser y su compinche Kamek.

Con aliados como el honguito Toad, el dinosaurio Yoshi y el gorila Donkey Kong, así como el azul erizo Sonic, Mario no cejó en su propósito de rescatar a Peach, alentado por la ilusión que genera en los chavales la valentía y simpatía de este intrépido fontanero.

Este viernes en Yecla y la próxima semana en Valladolid, Santander, Bilbao y San Sebastián aterrizará el musical de tributo a Súper Mario, interpretado por ocho cantantes y bailarines que no paran de realizar amenas coreografías. Al final del espectáculo, muchos de los espectadores más menudos, así como sus padres y madres, se fotografiaron en el Quijano con Mario, Luigi y Peach.