Un carpintero (Petto, Gepetto), se casa con Azul, el hada desmemoriada. Quieren tener un niño, pero tiene un montón de seres extraños. Pero quieren tener un chiquillo de verdad. Y el hada, como todos sabemos, da vida a la marioneta que el carpintero ha construido con un kit de Ikea. A partir de ahí, comienza la lucha de su padre, Gepetto, porque sea un buen chico y no mienta. Pero, ¡quia!, Pinocho no hace caso y se va al Circo Mundo de Fantasía convencido por Azul. Pinocho y Pepito Grillo, la conciencia de la marioneta, vivirán divertidísimas aventuras.
Por medio de las canciones y una puesta en escena mágica, inspirada en el mundo del circo y el teatro clásico, trascurre la peripecia de la marioneta haciendo las delicias del público. Al final, el muñeco de pino comprenderá la importancia de la verdad y el valor del amor. La chiquillería disfrutó de un gran espectáculo, los actores interactuaron con el público, tratando a los niños de tú a tú y no como si fuesen bebés. “Itea Benedicto” nos ofreció una divertida tarde de teatro y música con una buena versión de una historia eterna.