La Hermandad de la Virgen del Prado, con motivo de la celebración del 425 aniversario de su fundación y el 75 de la bendición de la imagen de la Patrona y su entronización en el Camarín, reúne en la sala de exposiciones de los bajos del Ayuntamiento ocho tallas de Rausell y Lloréns presentes en la capital, que van de 1944 a 1959, y paneles de otras imágenes de la provincia elaboradas también por los artistas valencianos entre los años cuarenta y sesenta.

Es la primera vez que se pueden contemplar juntas las imágenes que estos prestigiosos escultores del neobarroco levantino realizaron para “nuestras parroquias y Semana Santa”, indicó el presidente de la Hermandad de la Virgen del Prado, Jesús González Adánez, que agradeció la colaboración del Cabildo de la Catedral, la parroquia de San Pedro y varias Hermandades como la del Silencio y el Encuentro para realizar esta muestra que puede presenciarse hasta el 16 de marzo.

Emiliano Morales, párroco de San Pedro y gran conocedor de arte, fue quien introdujo en Ciudad Real a Rausell y Lloréns, quienes se habían formado en el taller de otro gran imaginero levantino como Ponsoda, expuso Emilio Martín, comisario de la muestra, que destacó también la labor de Jacobo Roldán Losada, quien fuera gobernador civil en la provincia y que “personalmente de su bolsillo pagó las imágenes de la Virgen de Alarcos, la Virgen del Prado y todo el apostolado que se reconstruyó del retablo de la Catedral”.

Hasta ocho apóstoles de los doce del retablo, los situados en las dos primeras filas, los volvieron a tallar Rausell y Llorens, trabajo del que se exponen bocetos en una muestra que cuenta con la primera obra de estos dos escultores, la Virgen del Mayor Dolor de 1944 hasta la última, la de San Juan de Ávila de 1959, pasando por las tallas de la Virgen de Alarcos, el Cristo y María Magdalena del Encuentro, Santo Tomás de Villanueva y San Juan de Ávila que se encuentran en la capilla del Santísimo de la Catedral, y San Blas y Santa Rita que se hallan en la capilla de Jesús de Nazareno de la parroquia de San Pedro.

Pero también es amplia su producción en la provincia como la Virgen de la Estrella de Miguelturra, la Virgen del Rosario en Porzuna y Valenzuela de Calatrava, la Virgen de la Antigua de Solana del Pino y San Agustín de Fernán Caballero.

La muestra también permite conocer cómo es la talla de la Virgen del Prado sin manto mediante una fotografía a tamaño natural y, entre lo que más sorprende, está poder ver de cerca la rica decoración de la talla de Santo Tomás de Villanueva con relieves imitando bordados a realce, decoración a punta de pincel imitando bordados de sedas de colores o la fabulosa recreación de la puntilla del roquete.

El alcalde, Francisco Cañizares, acompañado del concejal de Cultura, Pedro Lozano, dio la enhorabuena a la Hermandad de la Virgen del Prado por una muestra que resalta y “nos hace sentir orgullosos” del rico valor de un patrimonio artístico de la ciudad entroncado a su vez con la esencia de esta ciudad.

El dinamismo de túnicas y ropajes en las esculturas de Rausell y Lloréns, quienes solían encargar la decoración a Juan Castellanos, “gran pintor decorador de imágenes de escultura religiosa en la primera mitad del siglo XX en el Levante”, contrasta con la serenidad y dulzura expresiva de los rostros de las tallas, comentó el historiador y técnico en Patrimonio, Alfonso Doblado Ruedas, que resaltó cómo en las túnicas se imitan brocados y bordados de telas levantinas donde la tradición de la seda es muy importante desde la Edad Media.
