Noemí Velasco
Manzanares
La sensacional voz de Elena Iturrieta, acompañada en el escenario de su coro góspel y de un maravilloso elenco de músicos a las cuerdas, batería y teclado, sumergió a los amantes de la melodía y a todos aquellos capaces de percibir la originalidad de la música de nueva creación en un viaje en el que sus composiciones desplegaron todo su potencial de matices. Que su primer disco y único, ‘Summer rain’, fuera reconocido Talento Fnac en 2015 o que haya sido calificada de “la esperanza española del soul” según la crítica especializada demostró en la noche del sábado no ser una casualidad en el primer concierto ofrecido en la provincia en Gran Teatro de Manzanares ante un público entregado, que aplaudió, cantó y hasta bailó muy animado en su última canción. ELE maravilló con su riqueza artística en cada una de las composiciones, con variedad de estilos, jazz, soul, folk, country, góspel, rhythm, y su gran diversidad de influencias para hacer lo mejor de la música contemporánea, esa que bebe de vanguardias y sobrecoge con su relectura y su fusión.
Cantante, pianista y compositora, ELE conquistó al público sentada en el piano, de pie en el escenario arropada por los músicos y también mientras que dialogaba con los asistentes, hablaba de sus vivencias y recordaba a su difunto abuelo, al que dedicó este trabajo. El coro góspel, con tres coristas, demostró desde el minuto uno ser uno de los pilares de los temas de esta artista con claras influencias de música negra y que sin duda tendrá una larguísima trayectoria. Especialmente emotiva fue la vuelta a los orígenes experimentada por Iturrieta al final del concierto, al tocar y cantar en solitario ‘Summer rain’ y sola con los tres coristas a capela, antes de ofrecer un magnífico final que derrochó pasión por la canción y que levantó al público de las butacas visiblemente emocionado.