A pesar de estar a finales de noviembre el sol lucía esplendoroso este sábado en Tomelloso. Parecía que se hubiese querido sumar al homenaje que el Grupo de Lectura “En notas violetas” realizó en los jardines de los Salones Mabel a Miguel Delibes. Se notaba el calor, el del astro rey y el del medio centenar de personas que se congregaron para disfrutar de la obra del maestro vallisoletano. Un recuerdo sencillo de un hombre sencillo, que sirvió, además, para ayudar a Cáritas Tomelloso.
El acto estuvo dirigido y presentado por María Encarna Cabañas. Contó con la música de Marieli Blanco y Álvaro Herrerías y fue posible gracias a la colaboración de la Fundación Miguel Delibes, Biblioteca Municipal de Tomelloso, Instituto Francisco García Pavón, Cáritas de Tomelloso y Salones Mabel. Los artistas, Carmen Abad, Adela Cabañas, Adela Francés, Javier Herrerías y Carmen Montealegre, donaron obras para una venta solidaria. La Biblioteca Municipal de Tomelloso donó un precioso libro sobre el autor que se sorteó al final. Además, se pudieron admirar reproducciones de “El camino” con dibujos del propio Delibes.
María Encarna Cabañas, durante la presentación, dijo que Delibes es uno de los autores más leídos y admirados. Cazador, pescador, paseante y, sobre todo, narrador, hablar de Miguel Delibes es hablar de literatura con mayúscula, aseguró. Se reprodujo un audio enviado por una de las hijas del escritor, Elisa Delibes, que se mostraba encantada con el homenaje. Recordó el amor de su padre a Castilla-La Mancha y la gran amistad de su padre con García Pavón al que siempre llamaba Plinio. Explicó que había encontrado al menos nueve cartas entre los dos escritores.
“El mejor modo de recorrer a Delibes es a través de su obra”, dijo Encarna Cabañas, antes de dar paso a acto. Diecinueve lectores y lectoras pusieron voz a pasajes de las obras del autor de forma cronológica. La sombra del ciprés es alargada, Aún es el día, El camino, Mi idolatrado hijo Sisí, Diario de un cazador, Diario de un emigrante, La hoja roja, Las ratas, Cinco horas con Mario, La mortaja, El príncipe destronado, El disputado voto del señor Cayo, Los santos inocentes, Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso, Señora de rojo sobre fondo gris, Diario de un jubilado, El hereje y La Bruja Leopoldina fueron las obras declamadas por los lectores. La música interpretada por Blanco y Herrerías sirvió de maravillosa pausa entre los tres bloques establecidos. La recaudación alcanzó los 500 euros.
