Pero también “preparar las condiciones para que pueda llegar un humano en unas décadas”, comentó Felipe Gómez, jefe del Departamento de Planetología y Habitalidad del Centro de Astrobiología (Inta-Csic), que impartió en el Aula Magna de la Biblioteca General de la UCLM una conferencia sobre la labor del rover Perseverance Mars que ‘aterrizó’ hace dos años en el planeta rojo.
El robot Perseverance Mars lleva instrumentación y equipamiento científico para, entre otras cosas, fabricar oxígeno, conocer el comportamiento de la atmósfera y la radiación e incluso “preparar unas muestras que estamos dejando en la superficie porque dentro de unos años va a llegar otra misión que las va a recoger y traer a la Tierra”.
Gómez, que forma parte del equipo científico de Mars 2020 Perseverance, expuso que esta misión de la Nasa “nos ha enseñado, por ejemplo, cómo suena la atmósfera de Marte” y “hemos podido ver rasgos geomorfológicos que nos indican la presencia de agua en el pasado. En estos momentos no la hemos visto líquida. Ahora mismo tenemos la idea de que Marte está seco y completamente irradiado en su desértica superficie de forma que la vida es completamente inviable” en la misma.

“Bajo la superficie no sabemos si puede haber vida. Podría haber algo de orgánica que se haya preservado en el subsuelo, pero creo que ni siquiera porque el gradiente de humedad es muy, muy bajo. Como vida ahora mismo no creo que haya, pero en el pasado pudo haberla y es lo que estamos investigando”.
“Debido a su diferente diámetro y un comportamiento de la gravedad muy distinto al del planeta Tierra, se acabó desecando pero hace 3.800 millones de años tenía agua” Marte, donde, actualmente, existe un pequeño ciclo hídrico que “nos ha permitido ver nubes” e incluso “la posibilidad de que se produzca una escarcha”, pero dura “muy poco. La escarcha cuando se forma se deshace inmediatamente, se evapora, no se hace líquida por el comportamiento de la atmósfera”, la cual es “muy tenue, tiene muy poquita presión, no se comporta como la terrestre, y el poquito agua que hay se evapora inmediatamente”.

Con años que duran casi el doble y días o soles de algo más de 26 horas, las temperaturas se mueven desde “los menos ciento cincuenta grados centígrados a unos más treinta. Nunca es muy cálido” el denominado planeta rojo por su “alto porcentaje de óxidos e hidróxidos de hierro” que le dan esa tonalidad, expuso Gómez, que indicó que si el robot Perseverance tardó ocho meses en viajar a Marte, “con un humano en una nave con el habitáculo correspondiente nos vamos fácilmente a un año o año y medio sólo de viaje de ida”, con una estancia que “tendría que ser de un año o un par de años y luego otro trayecto de vuelta de otro año y medio” con lo que “la misión en su totalidad serían de cinco o seis años”.
Tormentas de polvo y el eclipse solar de la luna Fobos con forma de patata cruzando la cara del Sol también han sido captadas en esta misión de exploración de la Nasa, cuyo nombre alude a “la perseverancia del ser humano por conocer y avanzar”.