La autora puertollanense, todo un referente para los amantes de la fotografía, abarrotó el salón de actos del museo ciudarrealeño en la presentación de la reedición del emblemático libro que, para la ocasión, se amplía incluyendo sesenta fotografías más del período, entre el 74 al 89, en el que, recorriendo los pueblos del país, retrató esa ‘España Oculta’.

Al cumplirse los cincuenta años de la concesión de la beca por parte de la Fundación Juan March que le permitió emprender este trabajo, aparece la reedición de este libro de fotografías, con un relevante valor etnográfico e histórico, que ya no se podía encontrar en ninguna librería, lo que va acompañado de la muestra ‘España Oculta’ que, inaugurada recientemente en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, cuenta con la colaboración del Centro Cultural La Malagueta de Málaga, el Museo de Arte Abstracto de Cuenca, la Fundación Juan March en Palma de Mallorca y el Ivam, espacios donde también se exhibirá.

Realizadas todas las instantáneas en blanco y negro, buscó “desde el principio” con este trabajo “que se conociera España, la cultura popular española, nuestras tradiciones, la diversidad y riqueza que tenemos. Me parecía que era tan impresionante… Cuando yo iba por los pueblos me asombraba tanto lo que veía que decía ‘pero cómo no conocen esto con lo hermoso que es’”.

Lo que más le han reportado estos cincuenta años de fotografía ha sido “conocer el mundo, conocerme a mí misma y poder ofrecer algo tan curioso como son las tradiciones, festividades y rituales en todos los continentes menos en Oceanía que no he estado”.

“Busco hablar de la vida y de la diversidad”, tratando de “ser capaz de estar donde hay algo que merece la pena ser fotografiado”, comentó García Rodero, para quien cada fotógrafo tiene su propia sensibilidad y manera de sentir la fotografía y lo que pretende con ella. Aunque vayamos muchos a una misma fiesta, cada cual lo cuenta a su manera, según su personalidad, manera de trabajar y formación”.

El sello de las imágenes de García Rodero está en las “emociones y en hablar de la vida. A veces, la gente pasa sin querer conocer, sin importarle todo lo que hay, sin ganas de dedicarle tiempo yéndose a lo seguro, a lo que dicen los demás”, mientras que “a mí me gusta conocer a fondo lo que estoy fotografiando, y vuelvo y vuelvo y vuelvo hasta que puedo tener un buen trabajo. No me importa volver las veces que hagan falta ya que, al final de tantos años de trabajo, se queda como un referente porque nadie le dedica tanto tiempo puesto que es muy poco económico”.

En su trabajo, “hay mucha pasión por lo que quieres vivir, descubrir y dar a conocer y eso me da mucha fuerza para meterme a veces en sitios que de verdad en frío nunca lo haría”, apuntó en relación con trabajos sobre rituales “duros” en muy diversas latitudes que ha documentado.

La Asociación de Amigos del Museo de Ciudad Real organizó el encuentro en el que se agotaron todos los ejemplares de la reedición de ‘España Oculta’ puestos a la venta.