Los volcanes reportan “muchos beneficios” como el turístico, suelos fértiles para la agricultura y ganadería, minerales para la construcción y energía geotérmica que se emplea en países como Islandia donde se aprovecha para la calefacción, además de la utilización de baños termales y spas naturales y los beneficios climáticos de aquéllos que, por su altura y envergadura, son captadores de lluvia, comentó la directora del Grupo de Investigación Geovol, Elena González Cárdenas, que ofreció la conferencia ‘Los volcanes y la gente’ este martes en la Maratón de Ciencia, promovida por el Museo de Ciudad Real y la Fundación Impulsa Castilla-La Mancha.
En su intervención, disertó sobre la relación que se tiene con los volcanes y qué significan para su entorno en función de donde estén situados, su actividad y los beneficios y peligros que originan. La relación suele ser muy positiva cuando los volcanes no tienen una actividad importante, no causan daños y se utilizan como atracción turística, aunque también sucede que en ocasiones se los “destroza” para “obtener minerales, roca volcánica para construir”.
En otros lugares, la relación es más compleja porque, por su actividad, deshace la economía de la zona con erupciones que destrozan las cosechas e incluso matan a las personas, lo que ha llevado a la existencia de “todo un sincretismo religioso” en torno al volcán al que se le trata “como un dios”. Se le ponen “capillas con Vírgenes y Cristos, pero a la vez el volcán es un dios” al que se le hacen ofrendas para que “no se enfade”. Por ejemplo, al mexicano volcán Popocatépetl los campesinos le compran todos los años un traje nuevo porque es “un dios que no puede ir vestido de cualquier manera”, le llevan comida y tequila y le hacen una fiesta para que esté contento.
Esas prácticas también se hacen “en Indonesia y en muchos sitios” donde hay volcanes con alta actividad, a los que se les trata como un dios bueno porque proporciona buenas tierras pero al que se le teme porque cuando se enfada arrebata todo, señaló González Cárdenas, que se refirió a dos erupciones ocurridas este verano que produjeron “tremendas pérdidas económicas en Hawaii” y humanas en Guatemala, donde en apenas dos minutos fallecieron unas 300 personas. Cuando vemos lo que sucedió en Pompeya, pensamos que ocurrió hace dos mil años, pero las terribles e impactantes imágenes de lo ocurrido en Guatemala, como la de una habitación con cinco niños quemados vivos, son de este verano, expuso González Cárdenas, que indicó que se había avisado de la catástrofe que iba a suceder pero las autoridades de los pueblos de la zona no realizaron la evacuación.
Campo de Calatrava
En cuanto a los volcanes del Campo de Calatrava, González Cárdenas resaltó beneficios que han reportado como unos suelos buenos para el cultivo y el proceso turístico-medicinal incipiente que se produjo en los siglos XIX y primeros del XX en torno a aguas termales como las del Villar del Pozo, Fuensanta, San Cristóbal y los Baños del Emperador con establecimientos a los que “venía gente de media España a bañarse en verano”.
También recordó la utilización de basalto para adoquines con los que se pavimentaron las calles de muchas ciudades, entre ellas Ciudad Real, donde se cometió la “barbaridad” de asfaltar encima con lo que “se perdió toda esa riqueza etnográfica”.
Así mismo, en la relación con las características volcánicas de esta comarca expuso que antes se les solía llamar “los cabezos, el cabezo o la cabeza y no se sabía que era un volcán”, pero sí eran muy frecuentados los manantiales a los que se iba a por agua agria y tanto “los balnearios de pago muy bien organizados” como las charcas con aguas termales en el campo que la gente acondicionaba, además del conocimiento de que no se podía entrar en los pozos mientras no se ventearan porque había gas que te mataba.
En las últimas décadas, se están conociendo mejor, valorando y protegiendo los volcanes y “queremos que no sufran más agresiones y que si ahora están declarados algunos como Monumento Natural haya un mayor grado de protección que impida que, por ejemplo, las industrias mineras los excaven sin dar nada a cambio”, agregó González Cárdenas, que defiende la conservación de este patrimonio natural que, a su vez, contribuye a enriquecer los alicientes turísticos de esta tierra.