El hispanista de origen irlandés y nacionalizado español Ian Gibson, acercó la figura del poeta granadino al público infanteño, con anécdotas de su vida, haciendo hincapié en su faceta más desconocida, la de músico.
Acompañado por el barítono Luis Santana y el pianista Antonio López Serrano, la Casa de Cultura-Alhóndiga se llenaba de aromas musicales del folclore andaluz, del que Lorca era experto.
Romances con olor a manzanilla, canciones de corro y nanas gitanas y una composición sobre Mariana Pineda fueron algunas de las piezas del concierto, todas canciones populares armonizadas por García Lorca.