‘Jauría’ de Kamikaze Producciones, SL; Milonga Producciones; Zoa PTC, S.L., y Hause & Richman Produccions, SL se alzó con el Premio a Mejor Espectáculo de Teatro en la XXIII edición de los Premios Max en la que las artes escénicas se hicieron “escuchar” y donde reivindicaron que la cultura “es segura”, “es necesaria” y “un bien de primera necesidad”.
‘Jauría’ es un espectáculo de teatro alrededor de un hecho real: el histórico juicio a La Manada por violación. De igual modo, también se hizo con el Premio Max a la Mejor adaptación o versión de obra teatral para Jordi Casanovas.
En el escenario, Fran Cantos, que recogió el premio, dijo en nombre “de la familia” de ‘Jauría'” que se lo dedicaban a “la mujer que protagonizó en la vida real los terribles hechos de los que habla la función; gracias por no callar, por la valentía y determinación”. “Ojalá nunca hubiéramos subido a las tablas esta obra porque ojalá nunca hubiese tenido lugar esta pesadilla en la realidad”.
Así, recordando las palabras de ella, expuso que “nos tenemos que lamentar todos de la mentalidad que tiene esta sociedad donde esto le puede pasar a cualquiera”.
‘El arte de escuchar’
Bajo el lema ‘El arte de escuchar’, los XXIII Premios Max, conducidos por el payaso ‘Chochotte’, personaje de ‘Acróbata y Arlequín’, fueron unos de los más atípicos, debido al coronavirus, convirtiéndose la cita en un punto de encuentro de un sector, el de las artes escénicas, “de los más golpeados y matratados por la pandemia”.
La ceremonia, donde se cumplieron las medidas higiénico-sanitarias, estuvo marcada por la continua reivindicación de que la cultura “es segura” y lamentando, entre otros, la reducción de aforo.
A los Premios Max asistieron, entre otros, el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; la consejera de Cultura, Patricia del Pozo; el alcalde, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación, Francisco Salado; y la concejala delegada de Cultura, Noelia Losada.
Los XXIII Premios Max se celebraron en el Teatro Cervantes de Málaga capital, coincidiendo, además, con el 150 aniversario de la construcción del coliseo malagueño. Los presidentes de la Fundación SGAE, Juan José Solana; y de la SGAE, Antonio Onetti, dijeron que es “la más excepcional gala de los Max” de las vividas, y a la que se ha llegado tras un proceso “de incertidumbre; y finalmente, se ha podido salvar”.
No obstante, dejaron claro que “la cosa pinta mal”. “La pandemia ha dejado a las artes escénicas como un queso gruyer, lleno de agujeros, y con un teatro lleno de butacas vacías o semi lleno o semi vacío, según se mire”, remarcaron, criticando que al público, hoy por hoy, no se le permite llenar el aforo de los teatros, ni cines, ni salas de conciertos, a pesar de que con mascarillas son seguros”.
También se preguntaron si “la cultura no es de todos, no es la esencia de la marca España, no somos más del tres por ciento del PIB”, criticando que “se nos están desintegrando la cultura, todo el tejido cultural”. Así, pidieron que se vaya al teatro, al cine, a las salas porque son seguros.
“Necesitamos una cosa muy simple, que se nos escuche y se nos tenga en cuenta y que podamos trabajar”, aludiendo a que ese es el lema de la gala, “a ver si lo pillan quienes tienen que escuchar”.
Max de Honor
Por otro lado, durante la gala se hizo entrega del Premio Max de Honor a Nacho Duato, que dijo que es un galardón “a mi carrera, pero no ha terminado; vais a tener mucho rato a Nacho Duato”, recordando que viene de una familia muy longeva.
Así, dio las gracias a su profesión, “la música y ver todo el mundo y las personas a través de la música es lo que me interesa”. Asimismo, dedicó el premio a su profesora Irena Milovan: “Estuve con ella prácticamente toda mi vida, me enseñó a bailar, la disciplina, a tener dignidad como bailarín y coreógrafo, que muchas veces te la tratan de pisotear”.
Por último, afirmó que “la belleza del ser humano no es algo superficial, es algo que se lleva dentro”. Nacho Duato, además, recibió de la mano del payaso Chochotte, una bizgana malagueña.
Durante la gala, además, también se entregaron dos premios especiales el Premio Max de carácter social o aficionado (Escuela Municipal de Teatro Ricardo Iniesta de Úbeda); y el Premio Max del Público (¡Viva!, de Compañía de danza Manuel Liñán).
Asimismo, fue una gala en la que las artes escénicas se hicieron escuchar y en la que la música estuvo muy presente con numerosas actuaciones. En cuanto a los que entregaron el premio estuvieron Belén Cuesta, María Barranco, y Fran Perea, entre otros.
Entre los premiados, al Mejor actor Protagonista fue para Lluís Homar, por ‘La néta de Senyor Linch’, que dejó claro que “sólo desde la cultura, desde el teatro, podemos hablar de las cosas intangibles” esperando que, al igual que la educación y la sanidad, la cultura sea “bien de primera necesidad”.
El Premio Max Mejor actriz protagonista fue para Veronica Forqué por ‘Las cosas que sé que son verdad’. Así, Forqué, que lució una banda reivindicativa, dijo estar “muy contenta y emocionada”.
Por otro lado, finalmente, el Premio a Mejor diseño de espacio escénico fue para Beatriz San Juan por ‘Shock (el Cóndor y el Puma)’; y Mejor Diseño de Escena para Andrés Lima.
El Premio Max al Mejor diseño de vestuario fue para Elisa Sanz por ‘Play’, que dedicó el premio a “todos lo que hacen posible que los telones se suban. Sin técnicos no hay cultura”. Además, señaló que “la cultura es segura, los espacios son seguros”. De igual modo, el de Mejor diseño de iluminación fue para Pedro Yagüe por ‘Play’, que ha pedido que en “tiempos tan extraños para todos la cultura sea considerada bien esencial y necesario. No permitamos que se abandone”, pidió.
También ‘Play’ se llevó el Max a la Mejor Composición musical para espectáculo escénico. En concreto, para Luis Miguel Cobo, quien dedicó el premio “a la valentía de las gentes que van llenar los teatros, y a la que siempre hemos demostrado las gentes de las artes escénicas”.
Galardones
Otros premios entregados fueron al Mejor espectáculo revelación para ‘El viento es salvaje’ de Las niñas de Cádiz SL; y el Premio al Mejor Espectáculo de calle para ‘Al otro lado’ de Zanguango Teatro Producciones SL.
Por otro lado, el Premio a Mejor autoría revelación recayó en Marta Arán por ‘Els dies mentis (Todos los días que mentí); mientras que el Premio espectáculo para público infantil, juvenil o familiar fue para ‘Zapatos nuevos de Tian Gombau -L’home dibuixat SLU, quien al recoger el premio pidió a las autoridades sanitarias que “nos dejen llenar los teatros”.
El Premio al Mejor espectáculo musical o lírico fue para ‘Doña Francisquita’ de Teatro de la Zarzuela-INAEM. El premio ha sido recogido por Amaya de Miguel, directora del Inaem, que se mostró segura que las artes escénicas “seguirán siendo importantes para la vida y para el país”. Por otro lado, el Premio Mejor autoría teatral fue para Josep Lluís y Rodolf Sirera.
En este punto, se pudo ver en un vídeo la entrega a Antonio Banderas de la Medalla de Honor de la Sociedad General de Autores y Editores.
El Premio Mejor intérprete femenina de danza fue para Olga Pericet por ‘Un Cuerpo Infinito’; mientras que el Mejor intérprete masculino de danza fue para Marco Flores por ‘Origen’. Asimismo, el Premio Max a la Mejor coreografía lo recibió Sara Cano por ‘Vengo!’; y el Mejor espectáculo de Danza fue a parar a ‘Gran Bolero’ de Jesús Rubio Gamo, Teatros del Canal (Madrid Cultura y Turismo SAU y Mercat de les Flors.