Una “ternura inmensa” le produce la última etapa de la vida, donde, además de “la sabiduría que reportan los años”, se valora “bastante más lo vivido” que en la juventud, comentó el escritor Jesús Manrique, que presentó este lunes en la Biblioteca Pública del Estado su segunda novela ‘El invierno que vendrá’.
Once relatos unidos por un nexo y con personajes que salen y entran, como si se tratara de una comunidad de vecinos, y varias vidas narrativas en los diferentes cuentos conforman una novela en la que se tratan “los problemas que aparecen cuando llegamos a una edad en la que ya no nos valemos por nosotros mismos”. El propio título del libro hace referencia a la etapa en la que aparece “la enfermedad, el deterioro físico y cognitivo y la dependencia con situaciones bastante dramáticas”, expuso el autor.
Manrique aborda en esta obra “el lado biológico del envejecimiento y toda esta serie de conflictos que ocasiona llegar a ese momento en el que ya no nos podemos valer por nosotros mismos”, pero no sólo se habla de le vejez, sino también de “la felicidad, la amistad, las relaciones personales, de lo que nos gusta hacer y de lo que callamos, no decimos a veces y luego nos arrepentimos”.
“Son cuentos bastante eclécticos” que llevan al lector desde “La Mancha más profunda al Madrid más cosmopolita, desde el campo de labrantío y los arados de los años 60 hasta una cena en Nueva York”, con una temática muy diversa con relatos en los que se trata, por ejemplo, la desolación de la demencia, la lucha de dos mujeres por un mismo hijo, la capacidad de sacrificio, las cosas prohibidas y el amor a escondidas en la madurez.
Pese a que hay un poso de “nostalgia por lo perdido y lo que fue”, también se refleja cómo la vejez es “una estación como el invierno, de resistencia”, mostrando la fortaleza de los mayores que en situaciones como la de la crisis económica han tirado para delante de familias enteras, apreció Manrique, que resaltó, así mismo, que la juventud no tiene por qué ser la época en la que se es más feliz y “el prototipo de la valoración positiva de la juventud y negativa del envejecimiento no tiene por qué ser así”.
Situaciones “simpáticas”, un halo de esperanza y toques de humor, que contribuyen a suavizar la dureza de algunas escenas y tramas, se hallan en ‘El invierno que vendrá’, obra para la que el autor, que nació en Madrid, donde actualmente reside, pero que pasó su infancia y adolescencia en la localidad manchega de Villafranca de los Caballeros, aseguró haberse documentado personalmente hablando con personas mayores.
“Me parece fantástico hablar con la gente mayor”, es “una delicia escuchar sus historias” para después narrar los relatos, comentó Manrique, que tiene entre sus autores de referencia a los estadounidenses Ray Bradbury y John Cheever y los españoles Ana María Matute y Juan Eduardo Zúñiga. Presentado por Carolina Gómez, de la Librería La Pecera de Manzanares, Manrique reconoció gustarle una literatura íntima, que muestra lo cotidiano, e interesarle “los perdedores de las historias, de las guerras, de lo cotidiano,…”, puesto que en ellos hay “una mayor riqueza emocional y existencial”.