Lo que se ve y lo que no comparten enfoque en la producción pictórica de Juan José Vicente, ganador en 2018 del Premio de Artes Plásticas del Villaseñor y que regresa al espacio museístico ciudarrealeño para exhibir una selección de 31 obras.
En una primera sala, el autor madrileño muestra obras “más antiguas”, de los últimos veinte años, y en la segunda cuadros más recientes que, aunque con una luz similar, están realizadas con una gama “más gris y fría”.
Predominan los paisajes invernales, nevados y con niebla, incluso cuando pinta el Palacio de Cristal o el estanque del Retiro, y, entre los de última creación, se encuentran un nórdico mar embravecido y una barca encallada en un fiordo noruego. En ambos hay mucha energía, pasión y fuerza, mientras que en una pintura calmada, serena e incluso que invita a la reflexión se enmarcan otros paisajes tamizados por una sutil niebla que culmina en capas más densas.
Un poso de melancolía y nostalgia como “cuando te vas de un sitio o tienes que abandonar un lugar” se halla en parte de las obras en las que está “la historia de un viaje” o “una experiencia”. En otras, se percibe incluso ternura al mostrar el camino hacia el hogar, y también las hay con un punto inquietante, de suspense y misterio por lo que puede haber tras el manto de niebla.
Vicente asegura no saber por qué le atraen los “paisajes fríos” que lleva a unos cuadros en los que el sol sólo se intuye tras una atmósfera de bruma o neblina tan envolvente que parece que podría empapar al espectador. También al pintar interiores, todos ellos sin personas, busca plasmar la atmósfera de estos espacios en los que podría pasar de todo o quizás nada.
Hasta el 15 de marzo se puede presenciar en el Villaseñor la exposición del autor madrileño, a cuya inauguración asistió el concejal de Cultura, Ignacio Sánchez.