Madrid, 1629. O así debiera ser, según el manuscrito original de ‘La dama duende’ firmado por Calderón de La Barca. La versión de Álvaro Tato traslada la obra a al menos dos siglos después, en una capital de bombín, bastón y traje, aunque el verso se mantiene. El noble don Manuel llega a la capital a hospedarse en la casa de su viejo camarada don Juan. La mala fortuna hace que, por intervención de una mujer, don Manuel tenga un lance con un desconocido que resulta ser don Luis, el hermano menor de don Juan.
El embrollo quedará completo cuando el público descubra que la dama en cuestión es la hermana viuda de Juan y Luis, condenada a la reclusión por sus hermanos para preservar el honor de la familia. La dama duende es la historia de doña Ángela, mujer ingeniosa, apasionada y aventurera, que no se resigna a acatar la voluntad de los hombres que quieren manejar su vida. Mediante ardides, entrará en anónimo contacto con don Manuel que desconoce la identidad de la dama.
Otro de los temas de la obra es la lucha de la voluntad y el deber, plasmada en la frase “donde el honor es lo más, todo lo demás es menos”. Las contradicciones continuas muestran la lucha interna de los personajes “morir mal por querer bien…, la mujer diablo o el diablo mujer…, ni soy lo que parezco ni parezco lo que soy…”. La fortuna será maldita hasta que se vislumbre el feliz final de la comedia de capa y espada.
Un excelente elenco
Entre un reparto estelar, cabe destacar las magníficas interpretaciones de Álvaro de Juan como Cosme, el criado de don Manuel, y la de Marta Poveda, que encarna a doña Ángela. Ambos conforman los dos personajes más ingeniosos de la obra, y los quejidos y chascarrillos de uno contrastan con los ingenios de la dama, siempre provocando una sonrisa en el espectador.
El montaje ya se representó en la pasada edición del Festival de Almagro (Hospital, 6-16 de julio) con idéntica escenografía, reparto y versión, pero con el rodaje de un año la obra roza la perfección. Unos ingeniosos recursos audiovisuales son usados como recurso narrativo para mostrar en escena las acciones simultáneas o ubicar al espectador. El exquisito decorado es otro personaje más y exhibe el músculo de la prestigiosa Compañía Nacional.
La música ha sido elegida de una manera muy acertada por el director del Festival de Almagro, Ignacio García. Con piezas inolvidables de Boccherini (Ritirata notturna di Madrid); de Bellini (La Sonnambula); Verdi (Il Trovatore, Macbeth y La Forza del Destino); Donizetti (Emilia di Liverpool) o el mexicano Juventino Rosas (Sobre las Olas), entre otras.
En total, una función de 105 minutos con temperatura asequible que se hizo corta, con una indesmayable acción incompatible con el aburrimiento, en la que todos los personajes sobre las tablas brillaron con claridad y se vieron obligados a saludar por lo menos en tres ocasiones. Además de los papeles ya resaltados, nos encantó seguir viendo a Joaquín Notario (paisano de Guadalajara) en tan complejo Don Juan, y a la veterana Nuria Gallardo a la que conocimos hace 30 años en el Corral en un inolvidable ‘Don Juan Tenorio’ cuando apenas tenía 17 años. Podemos verlos a todos en El Hospital de San Juan hasta el día 29, cierre del XLI Festival de Almagro.
Ficha Artística-Técnica
Escenografía: Esmeralda Díaz
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo
Vestuario: Gabriela Salaverri
Selección y adaptación musical: Ignacio García
Vídeo Escena: Álvaro Luna
Asesor de verso Vicente Fuentes
Coreografía: Nuria Castejón
Maestro de armas: Jesús Esperanza
Reparto
(Por orden de aparición)
Don Manuel: Rafa Castejón
Cosme: Álvaro de Juan
Doña Ángela: Marta Poveda
Don Luis: David Boceta
Rodrigo: Paco Rojas
Don Juan: Joaquín Notario
Doña Beatriz: Nuria Gallardo
Isabel: Cecilia Solarguren
Clara: Rosa Zaragoza