“Si coincide que es un tío muy bueno y además es conocido pues cojonudo, pero no queremos traer a gente famosa que sale mucho en la tele, sino a gente que te aporte realmente algo nuevo, que tenga una probada solvencia”, asegura el director de la Escuela de Ciudadanía, Román Orozco, fundador de un encuentro de debate y reflexión sobre “temas candentes” con relevantes personas en muy diversos ámbitos que comparten un “discurso inteligente y profundo”.
Desde Manzanares, la Escuela de Ciudadanía se ha convertido en un referente sociocultural tocando temas de actualidad y “problemas que preocupan”, expone Orozco, que adelanta que para el décimo tercer curso tienen previsto difundir los argumentos de ocho conferenciantes.
Comenzó en septiembre este nuevo curso con una entrevista de media hora a José Carlos Díez, economista, “gran divulgador” y profesor en la Universidad de Alcalá, que “nos explicó bien qué narices es la crisis que estamos sufriendo y hasta dónde nos va a llevar” y continuará el próximo viernes 30 de octubre con la escritora Marta Sanz, autora de “una veintena de libros y ganadora de un montón de premios”, una “muy buena escritora”, “declaradamente feminista con un discurso muy claro, contundente y de una izquierda muy educada e intelectual”, que disertará sobre ‘pequeñas mujeres rojas’, novela con título en minúsculas que la propia autora “dice que es un libro contra la desfachatez de la ultraderecha, que no se ha ido”, lo que “viene a cuenta” tras la moción de censura de la semana pasada en la que “se manifestó, con esa arrogancia que hemos visto, la ultraderecha española”.
Las limitaciones originadas por la pandemia han llevado a cambiar las conferencias presenciales en la Casa de Cultura por la emisión el último viernes de mes, a las 20.30 horas, de entrevistas audiovisuales de treinta minutos, grabadas en los estudios de Manzanares 10 TV, que no sólo se retransmitirán por la Televisión Municipal de la localidad y las plataformas de Facebook y Youtube de la Escuela de la Ciudadanía, sino también por otras televisiones como las municipales de Alcázar de San Juan, Valdepeñas y Ciudad Real, así como Tele Azuer y el diario lanzadigital.com, con lo que se espera llegar a una población potencial de más de 150.000 personas.
La siguiente cita del curso, la del último viernes de noviembre, será con el cantante Miguel Ríos, uno de los pocos que repiten en la relación de los ochenta ‘profesores’-conferenciantes que han pasado por esta escuela durante sus trece años de actividad, y no vendrá a hablar específicamente de música, sino de una de las consecuencias de la pandemia como es la pérdida de relaciones sociales, algo que está afectando a personas de todas las edades, desde los jóvenes a los ancianos. La canción ‘El blues de la Tercera Edad’, que compuso en el confinamiento y en la que habla de la soledad que sufren sobre todo las personas mayores que “están solas y además confinadas”, será el punto de partida de esta nueva entrega de una Escuela de Ciudadanía que ha apostado por un programa audiovisual al mes en un formato digital para no quedarse inactiva durante el tiempo que duren los efectos de una pandemia que al principio parecía que iba a resolverse en un par de meses y ahora hay quienes estiman que podría prolongarse un par de años.
La Escuela de Ciudadanía es un “espacio donde debatimos” con expertos y personas relevantes en diferentes ámbitos “los grandes problemas que tiene hoy la sociedad moderna”. No son temas elegidos al azar, sino que tienen que ver con lo que preocupa y está pasando actualmente en la sociedad y, en ese sentido, para enero está prevista la presencia de Javier Ruiz, periodista y jefe de Economía en la cadena Ser, que hablará de las desigualdades que se están acrecentando cada vez más en España, donde “ahora mismo las grandes empresas están ganando muchísimo dinero, sobre todo las tecnológicas, mientras que las colas del hambre no paran de crecer”.
Escritores como José Manuel Caballero Bonald, Juan José Millás, Antonio Muñoz Molina, Elvira Lindo o Manuel Vicent, humoristas como El Roto, cantantes como Víctor Manuel y Pedro Guerra, cineastas como Manuel Gutiérrez Aragón y Paula Ortiz y periodistas como Montserrat Domínguez, Javier del Pino y Pepa Bueno han pasado por la Escuela de Ciudadanía, donde también han intervenido tres personas que luego formaron parte del primer Gobierno que configuró el actual presidente del país, Pedro Sánchez, cuando no tenían cargos de responsabilidad política: Josep Borrell que debatió sobre Europa, Carmen Calvo sobre feminismo e igualdad y Teresa Ribera sobre ecología y cambio climático.
Salvo que sean debates en los que estén representadas las distintas opciones políticas, los políticos en activo no son invitados por la Escuela que también ha contado con intervenciones de ex ministros como Manuel Pimentel, Carlos Solchaga y Ángel Gabilondo.
La asistencia media antes a las conferencias presenciales era de unas 250 personas, con tardes de gran afluencia de espectadores abarrotando el aforo de unas 300 localidades de la Casa de Cultura como cuando asistieron a la Escuela de Ciudadanía el ex futbolista y comentarista deportivo Michael Robinson o el humorista gráfico Forges, aunque en lo más alto en cuanto a número de asistentes están las intervenciones del presentador de televisión José Miguel Monzón ‘El Gran Wyoming’ que atrajo a más de mil personas, el jurista Baltasar Garzón que acaparó la atención de unas 800 y el periodista Iñaki Gabilondo que reunió a unas 500 durante el ‘exilio’ que en el castillo de Pilas Bonas vivió esta escuela, a la que en 2011 con la entrada del PP en el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Manzanares se le denegó durante varios años el uso que había estado realizando para sus encuentros de la Biblioteca Municipal.
Fue “un pequeño incidente, importante en su momento, pero que ya tenemos totalmente olvidado”, expone Orozco, periodista natural de la localidad jiennense de Iznatoraf, que al año de edad ya estaba residiendo en Manzanares y que ha desarrollado durante cincuenta años su carrera profesional en diversos medios de comunicación. Cuando ejercía en Sevilla como delegado de la edición de Andalucía de El País y se levantó la polémica en torno a la asignatura de ‘Educación para la ciudadanía’ en la época del Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, le comentó a uno de los colaboradores que “había fichado” como columnista para el periódico, el poeta Luis García Montero, actual director del Instituto Cervantes, que se iba a “retirar” a su pueblo y qué le parecía organizar allí unas charlas diciendo “qué es esto de la ciudadanía, cómo llega uno a ser un buen ciudadano que intenta ser ejemplar, que cumple con sus obligaciones de ciudadanía, paga sus impuestos y reclama sus derechos y libertades”.
“Y ahí fue cuando tiré de amigos como el propio García Montero, su mujer Almudena Grandes, Miguel Ríos, que ahora va a venir por segunda vez el mes que viene, Nativel Preciado, Javier Reverte y Miguel Ángel Aguilar”. Cuando terminó ese primer curso de seis conferencias que se celebró en la Biblioteca Municipal, “la Alcaldía de aquel momento y sobre todo el concejal de Cultura, Antonio Caba”, le dijeron que por qué no organizaba otro para el año siguiente, a lo que respondió “pues bueno”, y llegó el segundo curso, luego el tercero y así hasta los trece actuales, para lo que hicieron una asociación porque “al principio era una idea más personal mía” que ha pasado a ser “más colectiva”, con el cambio de nombre incluido, de Escuela de Ciudadanos a de Ciudadanía, a propuesta de las mujeres que pasaron a formar parte de la Junta Directiva de una asociación presidida por el periodista Juanjo Díaz-Portales.
Durante su trayectoria, la Escuela de Ciudadanía ha fraguado un importante seguimiento a sus propuestas, con la asistencia de espectadores que se desplazan hasta Manzanares desde, por ejemplo, “Membrilla, bastante de Ciudad Real, Valdepeñas, Alcázar e incluso en algunas ocasiones de otras provincias como Jaén”. “No podríamos haber llegado a trece años si hubiésemos organizado conferencias a las que acudieran quince, veinte o treinta personas. Ha habido una respuesta que se ha mantenido en el tiempo” apostando por traer a gente con “un discurso bueno, que tenga algo interesante que decir, independientemente de que sea más o menos famoso”, lo cual al final el público “agradece” ya que sabe que “el que va a venir, te puede gustar más o menos, pero va a ser interesante lo que diga sin necesidad de estar de acuerdo con él”.
