José González Ortiz, al que todo el mundo vincula en Ciudad Real al museo municipal Elisa Cendrero (apunto de reabrir tras un cierre que ha durado una década) reivindica la importancia ibérica del yacimiento de Alarcos, al que ha estado vinculado como guía municipal en su última etapa laboral. “La gente visita Alarcos atraida por la batalla y la parte medieval, pero la gran ciudad era la ibérica”.
A González Ortiz -homenajeado el viernes junto a otros once funcionarios recién jubilados- no le sorprenden los hallazgos del estudio por georradar encargados por el Ayuntamiento que se han hecho públicos esta semana. “Lo que hay allí es una ciudad fantasma, la Lacurris de los oretanos [pueblo Íbero que pobló la provincia antes de la romanización] , una ciudad que conocían escritores griegos y latinos desde tiempos inmemoriales”.
“Lo que hay allí te deja trastocado”
“Entre 2014 y finales de 2016 he hecho de guía para grupos de estudiantes, escolares, etc, he pateado el yacimiento y te deja trastocado”, explica en esta entrevista en la que se suma a quienes apoyan que se dé mayor difusión a la etapa Ibérica del cerro y se invierta en futuras excavaciones.
El equipo de Arqueometría de la Complutense ha “radiografiado” el subsuelo y ha documentado la existencia de todo un entramado de calles empedradas que comunicaban el santuario Íbero con la ciudad. Se sabe que desde el siglo VIII antes de Cristo y sobre todo a partir del VI hasta nuestra era hubo población ininterrumpida.
“El presupuesto de un Ayuntamiento siempre es una lucha”
No obstante González Ortiz, que ha trabajado durante 33 años en el área de museos y cultura municipales, sabe que no será fácil: “El presupuesto del Ayuntamiento siempre es una lucha tremenda, ¡hay tantas necesidades y servicios que atender!, se necesita muy inversión”, señala.
Toda una institución en el servicio de museos municipales que dirige Francisco Javier López, este funcionario se acaba de jubilar aunque reconoce que “no tenía ninguna ganas de hacerlo”.
Han cambiado mucho las cosas desde que pasó a formar parte de la plantilla municipal en 1983, poco antes de que se inaugurará el museo por el que siempre se la ha conocido, el Elisa Cendrero.
Museo Elisa Cendrero, una casa y una llave
“Yo estaba en el Museo Provincial y conocí a un concejal (Javier Naharro) de la época de Lorenzo Selas. Me hablaron de que una familia importante de Ciudad Real había cedido como patrimonio al Ayuntamiento una casa y el contenido de esa casa”. Poco después a le dieron un llave y ahí empezó todo, “el Elisa Cendrero fue el primer museo municipal, después de mucho trabajo de ordenar cajas, clasificar y catalogar contenido”.
Eran los años ochenta y todo estaba por hacer. Empezaba la ebullición cultural. Hasta entonces se hacían algunas exposiciones y poco más, en este museo se instaló también el archivo histórico. Años después, en 1991 se rehabilita la casa museo de Hernán Pérez del Pulgar y se crea el segundo museo municipal que rescata un edificio histórico de la ciudad y le da un contenido museístico: el López Villaseñor.
En los noventa se creó la figura de un técnico por encima de este primer funcionario para que coordinara los distintos museos.
Dos museos más, López Villaseñor y del Quijote
A estos dos museos pioneros se han sumado en los últimos tiempos el Museo del Quijote y el yacimiento de Alarcos, bajo gestión municipal tras su etapa de parque arqueológico regional.
González Ortiz que “no tenía ningunas ganas de jubilarme”, reconoce (oficialmente lo está desde diciembre) no se perderá la reapertura del Museo Elisa Cendrero, en proceso de rehabilitación, pero no se perderá el acontecimiento, “hay más espacio expositivo y se ha hecho mucho esfuerzo por mejorar en función de lo que había”.