Icono del sitio

La Junta establece las tres sedes que acogerán la exposición ‘aTempora Talavera. Seis mil años de cerámica en Castilla-La Mancha’

banco

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha determinado ya las tres sedes que acogerán la exposición ‘aTempora Talavera. Seis mil años de cerámica en Castilla-La Mancha’, que serán la antigua Iglesia de Santa Catalina, el Museo Ruiz de Luna y el antiguo Hospital de la Misericordia, recuperado para ser el centro cultural ‘Rafael Morales’.

Así lo confirmó este miércoles el consejero de Educación, Cultura y Deportes, Ángel Felpeto, durante el encuentro que mantuvo con los herederos de Juan Ruiz de Luna para agradecerles la donación a la Junta de Comunidades de un banco de cerámica fabricado en el Alfar de Nuestra Señora del Prado Cerámicas Ruiz de Luna de Talavera de la Reina en su segunda época (1915-1936/42), que tras su restauración pasa a formar parte para su exposición de los fondos del Museo Ruiz de Luna y será uno de los símbolos más emblemáticos de la exposición ‘aTempora’.

En concreto, la antigua Iglesia de Santa Catalina, que según señaló Felpeto, “tras la finalización de las obras de restauración que se han venido realizando, viene a recuperar la memoria sentimental de muchos talaveranos que hace años que no tienen la ocasión de contemplarla”, acogerá las piezas de las cuatro primeras partes de la exposición: Prehistoria y Prohistoria; la cerámica ibérica, romana y visigoda; la Edad Media islámica y cristiana; y el esplendor que suponen las cerámicas de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo.

Mientras, “como no podía ser de otra manera”, el Museo Ruiz de Luna acogerá la parte del renacer de la cerámica que supone el taller de Ruiz de Luna y todos los talleres que le siguieron a lo largo del siglo XX.

Por último, la tercera sede será el antiguo Hospital de la Misericordia, recuperado para ser el centro cultural ‘Rafael Morales’ donde tendrán cabida todos los nuevos creadores de la cerámica.

En este acto, Felpeto recordó que “nos encontramos estos días inmersos en los últimos detalles de la preparación de la exposición que tenemos previsto se abra al público en la próxima primavera y que reunirá cerca de 500 piezas de cerámica procedentes de toda España y permitirán conformar la historia a lo largo de seis milenios”.

“Con la marca ‘aTempora’, como lo fue el pasado año la exposición  ‘Ai Weiwei’ en Cuenca o “De Cervantes a Shakespeare”, (‘aTempora. Cervantes-Shakespeare 1616-2016’ en Sigüenza), en este 2018 Talavera de la Reina tendrá un poderoso reclamo para vecinos y visitantes y será más que nunca ciudad de la cerámica”, enfatizó.

Generosidad de la familia Ruiz de Luna

El consejero señaló que hace unos meses, los herederos de Juan Ruiz de Luna, propusieron a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la donación de un banco con un gran valor artístico y simbólico, para que, una vez restaurado, fuera expuesto en el Museo que lleva el nombre del alfarero talaverano.

Por ello, manifestó públicamente a María Eugenia y Pedro Pablo García del Pino Ruiz de Luna el agradecimiento en nombre de todos los ciudadanos de Talavera de la Reina y de Castilla-La Mancha por este gesto de generosidad, “que habla, claramente, del compromiso de la familia Ruiz de Luna con la ciudad de Talavera, con el patrimonio histórico y con el cuidado de las raíces, como condición necesaria para conquistar el futuro”.

Igualmente tuvo palabras de reconocimiento para el trabajo realizado por el Centro de Restauración y Conservación de Castilla-La Mancha, que durante tres meses ha realizado una minuciosa tarea de estudio y recuperación de esta pieza, deteriorada por el paso del tiempo por el uso, y por haber estado en exteriores.

“El resultado final es excelente. Por ello es de justicia reconocer la labor de la responsable del Centro de Restauración, Olvido González, y, especialmente, de los técnicos restauradores, Domingo Portela y Clara González, que han trabajado para que hoy podamos ver esta magnífica pieza de cerámica talaverana en todo su esplendor”, agregó.

A este respecto, indicó que el mecenazgo es una de las expresiones más claras de la igualdad, de la corresponsabilidad y de la participación y “en la entrega de este banco a toda la ciudadanía se aprecia, claramente, un impulso solidario, por supuesto, pero también un llamamiento a la responsabilidad institucional, y una convocatoria a la ciudadanía a que contemple lo que nos define a todos, y es, también, una invitación a conocer mejor esos signos que nos definen a todos, esos signos que debemos cuidar, de los que nos debemos enorgullecer, y que debemos divulgar para que sean de conocimiento y de admiración generales”, dijo.

Así, destacó que el mecenazgo es una de las líneas de acción más importantes de la política cultural del Gobierno de Castilla-La Mancha, que tendrá condición de Ley próximamente y cuyo anteproyecto fue expuesto ante el Consejo de Gobierno el pasado mes de diciembre.

Finalmente, anunció que el próximo lunes 8 de enero se incorporará al Museo Ruiz de Luna Belén Fernández Bravo que asumirá las labores de gerencia del propio Museo.

Banco de Ruiz de Luna

El banco de Ruiz de Luna tiene un valor no sólo artístico, sino también simbólico e histórico, ya que se utilizó como banco de entrada a la vivienda, después almacén del alfar y zona de paso para acceder al Museo, hasta el cierre de la fábrica en 1961.

El banco está formado por cinco paneles de azulejos de ‘tipo renacimiento’: frente, asiento, respaldo, dos laterales, rematados con alizares azules y una banda azul entre el asiento y el respaldo, unidos con cemento a una estructura de cemento armado.

Mide de largo 194,5 cm de largo por 42 cm de alto, tiene tres filas de doce azulejos cada una y una pieza de 14 cm de largo por 9 cm de ancho en los laterales, que están rematados con alizares.

Los paneles están decorados con motivos renacentistas, hojas de acanto y grutescos, en azul y aguadas de azul sobre fondo amarillo con sombreados naranja, enmarcados en el frente y el respaldo con una greca de hojas encadenadas de acanto.

El banco está montado con cemento y su estado de conservación antes de proceder a la restauración era el normal para este tipo de piezas cerámicas que han estado colocadas en el exterior y en uso.

En una valoración preliminar se apreció la pérdida de vidriado en numerosos azulejos, la falta de un alizar y una reintegración con cemento, si bien se trataba de desperfectos pequeños que han podido ser restaurados y restituidos.

Salir de la versión móvil