Soledad Ruipérez/ Ciudad Real
Una estatua ecuestre de las cuatro Órdenes de Caballería representativas de Ciudad Real, Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, era el proyecto que se acordó, en abril de 2007, con el recientemente fallecido Sergio Blanco, escultor y cantante del duo Sergio y Estíbaliz, cuando se inauguró la estatua de Juan II, en el centro del paseo del Torreón del Alcázar, en Ciudad Real.
El proyecto del monumento ecuestre se fraguó tras la inauguración de dicha estatua, en un encuentro, en el que estaban presentes los tres mecenas que sufragaron los gastos de la escultura del rey Juan II de Castilla; el, por entonces, alcalde de la capital, Francisco Gil-Ortega, Sergio Blanco y su esposa, Estíbaliz, y el que fuera, en aquel momento, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ciudad Real, Rafael Romero.
En el transcurso de la conversación, vista la buena acogida que había tenido la inauguración de la estatua de Juan II, se baraja la posibilidad de que los mecenas apadrinasen otra nueva que representara algún capítulo histórico o personaje emblemático de la ciudad.
Ante tal órdago, surge el nombre de Hernán Pérez del Pulgar, también conocido como ‘El de las hazañas’, un capitán del ejército castellano, natural de Ciudad Real, que sobresalió durante la Guerra de Granada, ganándose el favor de la reina Isabel la Católica. Pero, al parecer, este personaje no convence a uno de los mecenas que, sí quedó cautivado con la idea de subvencionar parte de un monumento ecuestre en el que estuvieran representadas las cuatro Órdenes de Caballería del Obispado de Ciudad Real.
Mecenas
El proyecto cuenta con el beneplácito de los asistentes al mencionado encuentro y los mecenas, reconocidos empresarios de la capital, se muestran dispuestos a sufragar el 100 por cien de los gastos de este monumento, para el que el escultor Sergio Blanco, presentó un proyecto cuyo borrador final es de la imagen que ilustra esta información.
El proyecto llegó a tener incluso ubicación: los Jardines del Prado, pero en perspectiva de las dimensiones del monumento, se pensó que era más adecuada la rotonda que hay en las inmediaciones del Hospital General Universitario.
Si aquella conversación hubiera dado sus frutos la Avenida de los Reyes Católicos luciría, en la actualidad, el monumento de las cuatro Órdenes Militares, una estatua de la reina Isabel La Católica y otra del rey Fernando el Católico.
Esta conversación tuvo lugar en abril del año 2007, año de elecciones municipales. En mayo de ese año cambió el equipo de Gobierno en el consistorio capitalino, con el cambio, que no lo fue de partido, si no de personas, quedó paralizado el proyecto escultórico diseñado por Sergio Blanco, que quizá alguien retome.