“Nunca jamás me he olvidado de mis orígenes”. Así lo dice María Peral, periodista de origen ciudarrealeño, que hace unos días recogió en Nueva York uno de los premios First Amendment Award (Premios Primera Enmienda) otorgados por la Asociación Española Eisenhower Fellowships.
Los galardones reconocen el compromiso profesional con la defensa y promoción de la libertad de expresión y de prensa, tal y como lo ha demostrado a lo largo de su trayectoria esta respetada cronista de tribunales, que inició su carrera en el diario Lanza.
“No sería lo que soy sin la escuela del Lanza, del periodismo local más próximo y que más conecta de la gente”, ha señalado, dado que, a su juicio, “este tipo de periodismo es una escuela de primera magnitud, que te hace un todoterreno, y que escribes sobre gente que conoces”.
De hecho, en su intervención para agradecer el premio se hizo eco de este legado y señaló que “mis primeras crónicas se publicaron en un modesto periódico de La Mancha cuyo lema, que yo veía impreso cada día en la primera página, era ‘nunca la lanza embotó la pluma’, una frase que Cervantes puso en boca del ingenioso hidalgo y que me gusta interpretar como el triunfo de la palabra sobre la fuerza”.
“El periodismo es eso, añadió en su alocución, el arte de contar buenas historias, de convencer con la palabra, de influir con las ideas y de contribuir a transformar la realidad en beneficio de los ciudadanos”.
Precisamente, una de las razones por las que Peral se siente “muy honrada” con el galardón es porque lo recibió en el Instituto Cervantes, es decir, en un centro que lleva el nombre del escritor que ubicó la trama de su obra más influyente en La Mancha, una tierra que “forja el carácter de la gente, y que forma parte de mi personalidad”.
Otro aspecto que Peral destaca del galardón es que “se hayan fijado en el periodismo de tribunales”, una especialidad informativa “muy complicada”, por la materia “tan sensible” que trata, como es la libertad y el honor de las personas, su patrimonio o su familia.
Las fuentes para trabajar en este ámbito, asimismo, tampoco “se muestran del todo complacientes” porque “ni los jueces ni los fiscales ven necesidad de contar su labor a los periodistas”.
Pero la periodista defiende su valor y, según dijo en Nueva York, “el periodismo de tribunales sirve -o debería servir- para hacer a los ciudadanos más conscientes de sus derechos y para que sepan qué pueden esperar de los tribunales, que no es, por cierto, la solución de conflictos políticos”, a la vez que denunció “la patológica judicialización de la vida política” en España, a la que, en su opinión, “habría que poner fin de manera drástica”.
Peral se ha mostrado agradecida, a la vez que ha insistido en que los profesionales de la información “no somos los protagonistas”, sino quienes “contamos las cosas y los intermediarios con la sociedad”.
Otros premios
La sólida trayectoria periodística desarrollada en las principales cabeceras de la prensa española (ABC y El Mundo), ha hecho merecedora a Peral de otros premios otorgados por organizaciones del ámbito jurídico, como el de la Asociación de Antiguos Alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, la Asociación de Jueces y Magistrados ‘Francisco de Vitoria’ o el de la Plataforma Cívica para la Independencia Judicial, además del Premio ‘Javier Bueno’ de la Asociación de la Prensa de Madrid, que “me hizo especial ilusión por venir de los compañeros”.
También está en posesión de la Cruz distinguida de primera clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort.
Actualmente es adjunta al director de El Español, un periódico digital que nació en 2015.