El primer golpe viene del paisaje hacia él, la primera llamada de atención, de declaración y luego, a través de pinceles como haría escribiendo un poeta, intenta “responderle”, atrapando la esencia.
Sin estrategias ni ideas preconcebidas, “intento escuchar al paisaje, llegar desnudo de intenciones a donde voy, mirar para un lado y para otro y dejarme llevar”. El diálogo parte de la observación, de dejar que el paisaje “me diga algo y lo que me llama es lo que intento captar”, indicó el pintor ciudarrealeño, que reúne cuarenta y siete obras en torno al ‘Campo de Calatrava, Luciana y Parque de Gasset’.
Son los tres vértices del triángulo de acción donde se mueve buscando captar tanto en formato pequeño como grande “lo que sucede y acontece”, atraído por las tierras rojizas y anaranjadas del Campo de Calatrava, un lugar que le reporta mucha paz y que está lleno de vida como Luciana y el encanto del parque de Gasset.
Aunque exhibe en su primera exposición individual en el Elisa Cendrero algunas obras de algo más de diez años, la gran mayoría son de los últimos cuatro o cinco años, sobre todo óleos, pero también muestra varios carboncillos de Luciana de reciente creación con los que reivindica el valor del dibujo y la diferente seducción, como ocurre con la fotografía, del blanco y negro, “tiene otra atmósfera”.
Con una paleta “muy reconocible”, colores plácidos, apacibles predominan en una producción realista y figurativa que a veces cuenta con un toque impresionista e incluso expresionista, además del arrastre de las pinturas que recuerda a los artistas abstractos, pero “todo muy contenido”, comentó el concejal de Cultura, Pedro Lozano, que elogió la pintura “muy veraz, con una pincelada muy segura y valiente” de García Medina, que logró el pasado año el tercer premio en el Certamen de Artes Plásticas del Villaseñor.