El museo Torre del Vino de Socuéllamos abre sus puertas a Cervantes y Don Quijote través de la obra del pintor Felipe Alarcón Echenique y el vino de la bodega Campos de Dulcinea.
Aprovechando la celebración del IV Centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote y los preparativos para la conmemoración de los 400 años de la muerte de Cervantes, el pintor cubano Felipe Alarcón Echenique ha presentado un proyecto en el que la enología se viste de arte y literatura a través de obras que logran armonizar el vino y el arte.
Con su propuesta “vida tinta” de diseño de etiquetas personalizadas, que recrean personajes del Quijote, el pintor Alarcón Echenique se convierte en cómplice del genial escritor pues el vino es un referente constante en la obra maestra de Cervantes.
El destacado pintor cubano plantea un concepto de etiquetas que va más allá de la imagen tradicional, logrando que el vino conserve su lugar como personaje principal de la botella, y al mismo tiempo que el acercamiento a la botella para apreciar su etiqueta, genere sensación de placer.
La inauguración del proyecto será este viernes a las 18.00 horas con la exposición “etiquetas de vino” del pintor Felipe Alarcón Echenique.