La fulgurante poesía de Luis Alberto de Cuenca, que ilumina y suele aportar otra emocionante perspectiva a lo profundo y lo cotidiano en una vitalista coctelera donde fluye tanto lo culto como lo popular, subió este jueves el telón del 39 Encuentro de Poesía Española en Almagro.
“Muy acompañado y querido” se sintió el escritor madrileño con la cálida acogida del público en el Teatro Municipal al recorrido que ofreció por poemas de sus tres últimos libros -‘Después del paraíso’, ‘El secreto del mago’ y ‘Ala de cisne’-, una selección de sus obras más recientes que el profesor de Literatura de la UCLM, José Corrales Díaz-Pavón, completó con otros poemas de su amplia trayectoria, arropados ambos por la música del Dúo Belcorde.
Previamente, la vicepresidenta de la Diputación, Patricia Saldaña, y la concejal de Cultura de Almagro, Marián Ureña, expresaron el respaldo de las instituciones provincial y local a uno de los encuentros poéticos más consolidados y prestigiosos del país. “Necesitamos la poesía no sólo para evadirnos de la realidad sino para trascender más allá de ella, del triste materialismo en el que vivimos, y poder soñar con esperanza, vientos que susurran y pensar que otro mundo más humano y sensible es posible”, expuso Ureña, que agradeció el apoyo de la Diputación a estos cuatro días de poesía en los que habrá propuestas novedosas como la actividad para chavales que ofrecerá el narrador Aldo Méndez y un Slam Poetry, se podrá disfrutar del directo de Pedro Guerra y El Taular rendirá homenaje a Manolita Espinosa.
Es “motivo de orgullo apoyar a través del Área de Impulso Sociocultural y Turístico” de la Diputación esta cita con una ayuda que este año se ha incrementado “al doble de lo que se venía aportando porque creemos en la cultura como una herramienta de desarrollo y unión entre los pueblos de la provincia”, apuntó Saldaña.
Con el aria ‘Nessun dorma’ de la ópera ‘Turandot’ de Puccini y un poema inspirado en el discurso de Faulkner al recibir el Nobel de Literatura y en el que Luis Alberto de Cuenca expresa que la “voz del poeta no debe ser solo memoria, sino también columna en la que se asiente la condición humana, fundamento que alivie su temor al vacío, mitigue su angustia y vierta luces en su noche”, comenzó el recital en torno a la producción de un autor que ha compaginado su condición de helenista y profesor de investigación con aportar letras a artistas como Loquillo o Javier Gurruchaga, además de impulsar publicaciones en las que se fusionan poesía y cómic.
En torno al amor, surgieron poemas como ‘La enfermedad’, inspirado en Virgilio, o una de sus obras más leídas, ‘El desayuno’, que circuló durante un par de años en buses y el metro de Madrid, se lee en bodas y se ha hecho tan famosa que incluso se cree que es anónima. “Ni falta que hace que se sepa que es mía”, apuntó el poeta, que animó a leer a los clásicos puesto que “nos enseñan a ver el mundo de manera más intensa, profunda y creativa. Hay que leerlos, nunca defraudan y aportan modelos exclusivos” a cada persona.
‘El Cisne’ de Camille Saint Saëns y ‘Gymnopédies’ de Erik Satie fueron otras de las piezas interpretadas por el Dúo Belcorde a lo largo del trayecto por la pluralidad de voces de la producción poética de Luis Alberto de Cuenca con piezas que lo mismo entroncan con lo filosófico como la búsqueda del conocimiento que con el cancionero o lo oriental mediante la sublime brevedad de los haikus.
Trabajos de depuración extrema, que se empapan de mística, rebosantes de humor, que se detienen en ogros como ‘Shrek’ o un pase genial de Di Stefano a Puskas, cuando no se desatan como una cascada para declarar amor o alentar a la vida se sucedieron arropados con versiones de ‘Yesterday’ de The Beatles y bandas sonoras de películas como ‘El último mohicano’, ‘La vida es bella’ y ‘Juego de Tronos’.
Pocos poemas del amor sin contrapartidas superan a ‘Estoy aquí’, donde el autor reconoció insertar a Shakespeare, y en un encuentro en el que se comprobaron los trasvases en la poesía de Luis Alberto de Cuenca entre referentes de la cultura clásica, la popular, la vida y la literatura, se pudo disfrutar de la lectura de piezas muy conocidas como ‘De tanto amarte y tanto no quererte’ y ‘Volveremos a vernos’.
