La XXXVIII Fiesta de Moros y Cristianos de Alcázar de San Juan fue este 2025 una de las ediciones más multitudinarias y exitosas de su historia.
Durante el fin de semana del 27 al 29 de junio, la ciudad vivió intensamente tres días repletos de desfiles, representaciones históricas, música, color y una masiva participación ciudadana.
La alcaldesa de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor, junto al concejal de Festejos, Javier Castellanos, y otros miembros de la Corporación Municipal, acompañó a la Asociación de Moros y Cristianos Al-Kasar en esta fiesta declarada de interés turístico regional que ha crecido en formato, calidad y afluencia de público.

Melchor remarcó que el éxito de esta edición ha venido dado por su calidad, organización e innovación en el planteamiento de actos, así como por la implicación de las nuevas generaciones: ¡La fiesta de Moros y Cristianos de este año ha sido la más exitosa de su historia”.
Novedades
Rosa Melchor hizo referencia a cambios introducidos este año, como la incorporación de carrozas en los desfiles y la reubicación de actos en diferentes espacios, como contribuyentes a mejorar la experiencia del público y conseguir este logro: “La lucha medieval en la Plaza de España, que en otros años se hacía en la Plaza de Toros, ha sido un éxito absoluto. Esto demuestra que la fiesta sabe adaptarse y crecer”. En cuanto a participación, alrededor de 1.200 personas participaron en el total de desfiles y representaciones del evento histórico local, con miles de vecinos, vecinas y visitantes disfrutando de los distintos eventos a lo largo del fin de semana.
La alcaldesa agradeció el trabajo de la asociación Al-Kasar y su colaboración con el Ayuntamiento, remarcando que “ha dado muy buenos resultados». Rosa Melchor se apoyó en su vivencia y participación en esta fiesta para trasladar estos buenos resultados. “Me importa mucho la gente que va dentro de las filas, pero también la que está en las aceras. Había miles y miles de personas aplaudiendo y disfrutando, y eso es una muestra de que vamos por buen camino. Seguiremos avanzando y preparando con ilusión las fiestas de 2026”, manifestó la alcaldesa.

Los actos del fin de semana comenzaron con la inauguración del tradicional mercado medieval en el parque Alces, que este año amplió su oferta con nuevos puestos, una macrotaberna y propuestas para todos los públicos, incluidos espacios infantiles, talleres de oficios antiguos y novedades gastronómicas. Esta ubicación, más fresca y sombreada, fue valorada positivamente tanto por visitantes como por los propios artesanos.
Con el avance del fin de semana, se sucedieron los desfiles por la calle Castelar hasta la Plaza de España, donde tuvo lugar esta vez una de las representaciones más esperadas: la batalla de los dos bandos. Esta puesta en escena, acompañada de música y espectáculo, supuso un momento álgido que contó con una gran asistencia de público.
Fantasía y creatividad
La participación infantil también tuvo su protagonismo con un desfile lleno de fantasía y creatividad, que terminó con juegos temáticos en la Plaza, actividades organizadas por La Bola de Cristal y una degustación solidaria a cargo de Cruz Roja. Pequeños y mayores pudieron disfrutar de una jornada dedicada al público familiar, a la que también se sumaron las comparsas visitantes y figuras tradicionales como El Mono sin Pelo.
Otro de los momentos centrales, el desfile de la Entrada Mora, llenó las calles de música, luz y color en una tarde donde las filas, carrozas, grupos de baile y bandas se exhibieron ante una gran multitud de vecinos, vecinas y visitantes. El domingo por la mañana estuvo marcado por actividades culturales y de convivencia. La ruta de las dos culturas, guiada por el arqueólogo Javier Cárdenas, acercó la historia local a los asistentes, apoyándose en los puntos más emblemáticos de la ciudad, mientras que un animado pasacalles permitió los orígenes de la fiesta en el barrio de Santa María.
El broche final llegó con el gran desfile de clausura, en el que todas las comparsas, bandas y escuadras recorrieron las calles de la ciudad, culminando en la noche del domingo con la pólvora y la traca final.