¿Qué va a poder ver el público asistente al Auditorio Pedro Almodóvar de Puertollano?
LOLA HERRERA: Va a poder ver una historia de Miguel Delibes muy interesante, como si hubiera levantado acta de una época de nuestro país donde hay un montón de cosas que recordar y donde pasearse porque escribió algo que es un clásico. Nuestra sociedad se ha ido modificando, afortunadamente, es del año 1966, desde entonces las cosas han cambiado, pero realmente de lo que se habla en esta función que es con un fondo de una sociedad y una época determinada, se hablan de las cosas eternas, de una pareja con sus cosas, su familia, su desacuerdo, sus vacíos, el amor, el desamor, los reproches, una pareja de ese momento, eso es trasladable a todas las épocas, yo creo.
El personaje de Carmen Sotillo, la protagonista de esta obra, no es la primera vez que lo representa, lo vuelve a hacer después de décadas. ¿Es la misma Carmen Sotillo o en qué ha cambiado en este tiempo?
L.H. Ha cambiado en la manera de verla y transmitirla desde mí, porque el texto es el mismo pero el fondo el personaje habla de unas cosas pero piensa en otras cosas. Los actores en general trabajamos con la cabeza, vivo un texto y está lleno de historias en mi cabeza, de forma de comportarse y de expresarse, la composición en el fondo de Carmen hay muchas Cármenes que se pueden ver reflejadas; las Cármenes de antes de Carmen y las de después, indudablemente les pasarán cosas parecidas, las mujeres hemos ganado mucho terreno, hemos dado zancadas y esperamos que no perdamos ni un solo paso, pero hay que saber de dónde parte Carmen, de qué educación, de qué sociedad, en qué momento histórico de este país está ese personaje y comprenderla es fácil.
Yo creo que es fácil comprenderla, es una víctima de su momento y es muy reconocible porque a hora las Cármenes que existen son Cármenes con otras miras, pero también las hay.
Usted posee una larguísima y brillante trayectoria. ¿Con qué trabajo se queda como el más importante que ha realizado de su carrera y qué le haría feliz protagonizar en estos momentos?
L.H: Yo creo que todo ayuda a todo, si no hubiera hecho todo lo que hice antes de hacer Carmen, no hubiera podido hacer Carmen, no hubiera podido hacer lo siguiente, yo creo que todo está conectado.
Yo amo mi trabajo y me tiro de cabeza en todos los personajes, unos me han traído mejores resultados que otros, pero realmente pienso que todo a mí me ha sido necesario, el personaje de Carmen es un personaje emblemático porque ha sido como un suceso, como muy insólita, pero a mí me interesa todo lo que hago.
En cuanto a hacer no hago planes de futuro, con la edad que tengo voy viviendo mi presente, mi presente está ahora mismo ocupadísimo y un poco del futuro más inmediato porque tengo firmado con esta obra hasta la primera de 2020, luego hay otros proyectos, me ofrecen cosas, tengo un proyecto que me gusta mucho, pero en su debido momento hablaré de él.
En alguna ocasión ha afirmado “no pienso retirarme”, ¿Qué le aporta su profesión en el día a día?
L.H. Me aporta todo, siempre me ha aportado muchísimo, yo si no hubiera sido actriz hubiera explotado. Si no hubiera tenido la posibilidad de meterme en otras mujeres, he paseado por otras mujeres, y me ha venido muy bien para conocerme mejor a mí misma, he conocido mucho de esas mujeres que he interpretado y con algo de la sabiduría de esas mujeres me he quedado.
Para mí este trabajo es una forma de vida, te enseña a vivir de una manera, ahora es más llevadero socialmente porque hay descansos, no se hacen giras continuadas, las temporadas en Madrid son más cortas…pero antes esto ocupaba todo tu tiempo, eso te obliga a tener una vida muy particular, porque la familia tiene sus puntos de encuentro en celebraciones, yo no he podido hacer ninguna, cuando llegas a la edad que yo tengo lo que me queda es el divertimento grandísimo de mi trabajo, la riqueza de poder subir al escenario todos los días y compartir con un teatro un gesto, unas vivencias. Eso a mí me carga las pilas y me da un sentido importante a mi vida. También te obliga a una gran disciplina que yo perdería, la disciplina me abarca todo y con esta profesión sigo en esa disciplina, desde la atención a mi persona como los movimientos en realidad a todo. Me bajará de un escenario la vida o con la mismísima muerte, pero vamos que mientras yo esté capacitada para estar en el escenario y hacer mi trabajo al máximo yo seguiré.
¿Qué dificultades ha encontrado en su carrera como actriz? Siguen existiendo aún y cómo ha evolucionado la mujer en esta profesión?
L.H: Las dificultades de este trabajo es que es un trabajo de estar en el aire, terminas un trabajo y nunca sabes si vas a trabajar más. Ahora ya todo el mundo está en el aire, pero antes éramos pocos, una profesión muy pequeña y había trabajo para casi todos, es una profesión muy arriesgada y hay que aprender a vivir con ese riesgo, ese miedo y ese sobresalto de no saber si cuando termines un trabajo vas a tener otro. Cuando estás un poco situada en la profesión es más fácil porque cuentan contigo para más cosas pero hacerse el camino es duro.
Las mujeres en esta profesión hemos estado muy evolucionadas, porque para esta profesión no podían excluirnos, las mujeres tenían que interpretar a las mujeres y no nos podían quitar del medio, si había una protagonista femenina pues tenía que ser la protagonista femenina.
Las mujeres en esta profesión, ha habido muchas mujeres que cuando entré en el teatro me pareció una maravilla que estuvieran tan avanzadas en su libertad para hacer lo que les pareciese bien. En este sentido nuestra profesión ha dado mujeres emblemáticas, de estar muy liberadas y nada que ver con lo que había en aquel momento.
¿Qué le parece que se realicen obras con carácter solidario como “Cinco horas con Mario” patrocinada por Repsol y a beneficio de una asociación contra el Alzheimer y Parkinson. ¿Necesita la cultura más actos de este tipo? ¿Se necesitan labores de mecenazgo cultural de este tipo?
L.H: El mecenazgo se necesita mucho para la cultura en general. El teatro es como un primo pobre de la cultura, me parece estupendo que se hagan estas apuestas y se preocupen por patrocinar cosas que son interesantes, importantes para la sociedad, la cultura es muy importante y debe tener apoyos como hay en otros muchos países.
Lola Herera posee una larga trayectoria artística de la que, sin duda, se podrán aportar u ofrecer grandes consejos para los nuevos actores que se inician en la profesión, ¿qué consejos les ofrece y si sigue usted aprendiendo de la gente más joven?
L.H: No me gusta dar consejos, porque yo creo que cada uno tiene que hacerse su camino de una manera, no es direccional. Fundamentalmente hay que tener constancia y una gran pasión por lo que uno desea y eso en ocasiones mueve montañas, aunque a veces te quedas en la falda de la montaña sin saber por dónde tirar. Pero no hay que perder el ánimo, hay que ser fuertes, si lo pierdes un minutito, dos, tres, un día, pero nada más, si uno quiere una cosa indudablemente esta profesión es muy dura, además se ha hecho multitudinaria, en mi época nadie quería dedicarse a esto y si se querían dedicar la familia no le dejaban, pero ahora todo el mundo quiere…no sé si es tanto por la profesión como por ser conocidos, por estar ahí en la palestra y que se les vea. Pero los que estén porque les apasione el teatro, si te entregas a él el teatro no te defrauda nunca, lo importante es tener pasión por lo que uno haga, por lo que sea, pero en el teatro hay que tener más pasión de la normal porque se desgasta mucho.
En cuanto a si sigo aprendido de gente más joven, claro que sí, aprendo de todos porque soy una persona curiosa, todo me inspira curiosidad y me gusta ver trabajos de gente más joven, gente fantástica y ver que están muy preparados, me causa mucho placer ver la preparación de la gente y mucha admiración.
Por último, ¿se despide definitivamente de Carmen Sotillos con esta obra teatral?
L.H: Sí, yo no pensaba que iba a hacer esto, no entraba en mis cálculos, pero con motivo del cincuenta aniversario de la obra de Miguel Delibes se pensó en hacer algo, hicimos esto en el Teatro Reina Victoria cuatro semanas, luego tuvieron que ser ocho, luego me tuve que ir a ensayar otra cosa y en medio de todo esto lo pidieron en toda España y me he visto en la necesidad de cumplir con todos los compromisos que tenemos que es hasta la primavera de 2020. Volver a representar a Carmen Sotillo ha sido una sorpresa gratísima porque no entraba en mis cálculos. En los últimos tiempos ha sido la sorpresa más positiva porque yo nunca pensé que podría disfrutar tanto en el escenario a estas alturas de mi vida con Carmen Sotillo y que fuera otra Carmen Sotillo con la que yo dialogara.
