Los personajes del Quijote alcanzaron colosal altura y, acompañados de un gigantesco gitano de largas patillas y naranja camisa de lunares y ‘El Flaco’ del dúo Laurel y Hardy, no pararon de bailar y girar, a veces recordando a la danza derviche, en cuanto sonó la música de la carrionera charanga ‘Los que nunca fallan’, a la que dio paso el cohete con el que se celebraron las palabras de la concejal de Festejos, Frasi López, encargada de pronunciar el pregón de Feria.
La edil, que expresó su orgullo por pronunciar el pregón, aseguró que las actividades de esta Semana Grande se han preparado con el “máximo cariño e ilusión” para ofrecer unos días plenos de alegría y fiesta a todos los ciudarrealeños y las personas que visiten la localidad.
Recordó los momentos económicos difíciles que se viven actualmente pero indicó que, con esfuerzo y la “austeridad como bandera”, se ha preparado una programación de actos que invitan a la comunicación y el encuentro, y buscan que la diversión y el entretenimiento reinen a lo largo de la festiva semana.
Estas fechas sirven para salirse del cotidiano ritmo y recuperar “cercanía y sosiego”, expuso López, que animó a dejar las dificultades y penas a un lado y “demostrar esa alegría de vivir que nos caracteriza a los ciudarrealeños”. La preocupaciones diarias a veces hacen que “perdamos el horizonte” y la Feria y Fiestas ofrecen la posibilidad de otearlo de nuevo con alegría, agregó la edil de Festejos, que recordó que estas fechas significan mucho para los ciudarrealeños y están repletas de sentidos, unos más profundos que otros.
Así mismo, deseó que prevalezca en todo momento la paz y el espíritu de fraternidad y convivencia y pidió a la Patrona, la Virgen del Prado, que bendiga a todos los ciudarrealeños y que “todos pasemos unas felices Fiestas”.
Las divertidas canciones de ‘Los que nunca fallan’, con un repertorio que incluyó pasodobles, canciones populares, y temas como ‘Si te ha pillado la vaca’ o ‘Si te aprieta la goma de las bragas’, abrió el desfile de la comparsa de gigantes y cabezudos flanqueado por numerosos padres y niños desde el Ayuntamiento hasta el Recinto Ferial. A todos ellos se les agrandaron los ojos y con la cabeza alzada al cielo siguieron los movimientos de los siete altísimos personajes de entre 3,40 y 4,10 metros que trajo la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Alcalá de Henares.
El más pesado era Sancho, cuya figura no olvidó portar ristras de chorizos y morcillas y la bota de vino. Pesa algo más de 45 kilos y el resto -el cura, los duques, Dulcinea, el gitano y El Flaco, que lució unas sonrosadas orejas- entre 30 y 40 kilos, explicó el responsable de la comparsa, Isidro Palacio, que indicó que se requiere combinar bien la fuerza y la habilidad para asegurar el divertido desplazamiento de los gigantes. Blancanieves, su madrastra, un pirata y un chino como cabezones, junto a un caballo y un pequeñín gigante de cura, participaron también en el desfile, que fue endulzado por las peñas El Cangilón, El Pilar, Dinosaurio y El Botellín y la Asociación de María José Melero, que repartieron 200 kilos de caramelos entre los presentes.
Tras ellos llegaron el Pandorgo, José Antonio Morales, y la Dulcinea, Macarena Álvarez, abanico en mano, al igual que sus damas, seguidos de la Corporación Municipal y la Banda de Música de la Agrupación Musical de Ciudad Real, que tocó jubilosos temas y amenos pasodobles de aires valencianos como Fiesta en Benidorm y La Entusiasta. El desfile culminó en el Recinto Ferial con el encendido de la puerta de la Feria y corte de la cinta inaugural por parte de López, la Dulcinea y la alcaldesa, Rosa Romero, quienes junto a toda la comitiva fueron obsequiados con un vino de honor en la caseta de la Federación de Peñas.
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