Un total de veintisiete obras, incluidos dos grandes trípticos creados para la ocasión, conforman la exposición que recibe al visitante en la planta baja con una “explosión de colores cálidos”, mientras que en la superior “todo es mucho más tranquilo y calmado, en tonos azules”, además de exhibir cuatro obras previas, de la serie ‘W’, título elegido porque la uve doble recuerda “al entramado de las líneas”.
Guipuzcoana, residente en la localidad toledana de Nambroca y profesora de Dibujo durante treinta años en la Escuela de Arte de Toledo, Lafuente resaltó que, desde siempre, ha hecho “muchos dibujos con rayitas y líneas” y fue su marido, el pintor japonés Teruhiro Ando, quien le animó a llevar esas obras a gran formato. Así surgió la serie ‘W’, en la que empleó el nylon pintado y luego doblado con pliegues que ya creaban de por sí las líneas. “Pero a mí lo que me apetecía era pintar y surgieron esos universos infinitos con muchos pequeños elementos” de la siguiente serie, ‘La Suma’, configurada a base de incontables pinceladas verticales con pintura acrílica sobre un lienzo en franjas horizontales.
El título hace referencia a “la suma de momentos, de instantes y de pinceladas, y también por los efectos que se crean que pueden recordar a trigales, mares, paisajes sin fin concebidos a partir muchos pequeños elementos”.
Esta serie la inició con tres obras en blanco y negro y con una de ellas se alzó ganadora en 2019 del Premio de Artes Plásticas Manuel López-Villaseñor, trío de piezas tras el que llenó de color sus obras, predominando en cada una de ellas una tonalidad ya sea rojo, magenta, amarillo, verde o azul, con múltiples matices.
En esta actividad productiva, le llegó el poema ‘Frente a los signos’ de su amigo poeta Jesús Cobo, que le hizo reflexionar “sobre el momento no sólo de la ejecución de la obra sino de la contemplación, ya que la mitad del tiempo en el que estamos trabajando estamos mirando el cuadro”, cambiando y percibiendo hacia dónde vamos. “En esos momentos, cada renglón me puede contar ciertas cosas. La actitud de enfrentarme al lienzo, a los renglones y ver qué me aportan es la misma sensación de ponerme frente a los signos y que ellos me releven algo, el significado”, destacó sobre el título de su última serie que también da nombre a la exposición.
Línea sobre línea, como hilo sobre hilo, sus obras recuerdan mucho a las telas, los tapices, reconoce la autora de unos cuadros que pueden leerse bien en su conjunto o “acercándose y en cada zona recibir unos mensajes como frente a los signos”.
Para el concejal de Cultura, Pedro Lozano, la obra de Lafuente “nos hacen reflexionar de que formamos parte de un todo”, de pequeños o inmensos universos. Las miles de pinceladas, de mínimos trazos de la artista guipuzcoana “tejen una especie de tapiz que podría continuar de forma infinita”.
Por su parte, el alcalde, Francisco Cañizares, valoró de forma positiva que autores ganadores del Premio López-Villaseñor traigan a Ciudad Real, pasados unos años, su producción pictórica para apreciar su evolución y, como en el caso de Lafuente, ratificar el acierto del Jurado.