La declaración de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy como de Interés Turístico Internacional en el año 80 sirvió para que esta localidad alicantina fuera capaz de “mirar a su propia ciudad y valorar todo el patrimonio que tiene”, comentó este miércoles la antropóloga María Teresa Riquelme, que destacó que fueron “unos visionarios” en la provincia de Alicante, al ser el “antecedente en relación con este tipo de turismo cultural tan completo”.
Riquelme, que impartió en la librería Serendipia la charla ‘Sinergias entre patrimonio cultural inmaterial y turismo. Las Fiestas de Moros y Cristianos en Alcoy’, destacó que en este municipio se ha realizado una relevante revalorización de su patrimonio con propuestas relacionadas con sus recursos naturales, visitas a pinturas rupestres, arquitectura modernista, esculturas modernistas de su cementerio, legado industrial e incluso una Semana Modernista en la que hasta los bomberos y policía van vestidos de la época, además de las exposiciones y recitales que promueve a lo largo del año la Asociación Sant Jordi, organizadora de las Fiestas de Moros y Cristianos.
La fastuosidad de los desfiles y una buena organización y gestión de los espacios y tiempos con mucha seguridad y orientación de agentes que direccionan y canalizan a la gente por calles secundarias para que no se produzcan grandes atascos y aglomeraciones, caracterizan las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy, cuya declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional, la primera localidad en la provincia de Alicante en conseguirla, sirvió de “detonante” para esta puesta en valor global de su patrimonio, expuso Riquelme, quien indicó, en relación con la sinergias, que pertenecen y ‘hacen’ esta fiesta los actores, actrices, la Asociación Sant Jordi, otras asociaciones y colectivos, el ayuntamiento, las empresas privadas, los turistas y los residentes, incluso aquéllos que no participan.
La convivencia de todos en una misma ciudad y la permisividad de unos y otros para que ésta sea buena fue uno de los puntos que trató Riquelme en cuanto a los impactos de una celebración de estas características que durante unos días provoca efectos negativos como que no se pueda circular, problemas de atasco o mucho ruido para quien tiene que trabajar, así como positivos como los de a nivel económico ya que favorece una importante inyección de dinero para muchos sectores.
A nivel sociocultural, también expuso cómo desde los años 80 se estaba reclamando, algo que se ha logrado este año con el cambio del reglamento por la Asociación Sant Jordi, que la mujer pueda participar en esta fiesta de Moros y Cristianos de pleno derecho, ya que no podía desfilar por ejemplo, y sólo tenía papeles secundarios como de figurante.
Riquelme, que pertenece a la Asociación Valenciana de Antropología y es profesora de la Universidad de Alicante, habló en su intervención del patrimonio inmaterial de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy, instituidas como se conocen hoy en día, aunque las celebraciones eran precedentes, en las primeras décadas del siglo XIX por la burguesía de este municipio y resaltó, entre otras características, cómo la música está muy presente en estos festejos y la hospitalidad con la que se recibe al visitante. Así mismo, disertó sobre el origen de estas celebraciones en el Levante y cómo se realizan en otros municipios alicantinos.